El 8 de noviembre se celebra la festividad de los santos cuatro coronados, mártires.
No se puede crear una estatua al dios Esculapio siendo cristiano. Esta elección le cuesta la vida a Claudio, Nicostrato, Semproniano y Castorio, excelentes escultores del siglo IV, originarios de Panonia. El mismo Diocleciano los condena. Mueren en el Danubio encerrados en toneles de plomo.