El 31 de octubre se celebra la festividad de san Alfonso Rodríguez, sacerdote jesuita. 

Alfonso fue un comerciante español de tejidos que después de perder a su esposa e hijos, cambió su vida. Entró ya anciano con los Jesuitas y, como portero del convento de la isla de Mallorca, practicó heroicamente las virtudes cristianas de humildad, obediencia, constancia y santidad. Murió en 1617.