Comprender la misericordia en relación con el amor es la clave para entender la realidad misma de este atributo de Dios. De hecho, en ‘Dives in misericordia’ se invita a dejarse guiar en la vida por el amor y la misericordia teniendo como principio la revelación del amor-misericordia de Dios. Esta premisa es el núcleo del mensaje mesiánico: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente”. Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mt 22, 37-39).
En el Catecismo de la Iglesia Católica se puede leer que -el Evangelio es la revelación, en Jesucristo, de la misericordia de Dios con los pecadores (cf Lc 15)-, una verdad que se ha transmitido en el retiro para demostrar cómo Jesús hace de la misericordia uno de los temas principales de su predicación. A través de las parábolas nos ha mostrado un amor personal e intransferible; la alegría del cielo por el arrepentimiento de un solo pecador; el respeto absoluto de Dios por la libertad del hombre, motivo también de sufrimiento por el mal uso y tergiversación; y la presencia de la Eucaristía, entrelazándonos a su amor por la sangre de la Alianza.