Reflexión sobre la presencia de la Pastoral Familiar en el salón de Belmoda.
Esta es la pregunta que empezó a rondarme por la cabeza cuando iba llegando el pasado Domingo 12 de noviembre al salón de Belmoda, sobretodo al ver entrar, salir y recorrer todo el recinto a un número considerable de parejas de novios. Allí había multitud de stand con las cosas más variopintas que se pueda uno imaginar, todas ellas, como es lógico relacionadas con las celebraciones de la boda.
En medio de todo, había un pequeño stand, al que yo me dirigía, puesto por la Pastoral Familiar de Granada, en el que siempre había un par de matrimonios y un sacerdote.
Resultaba llamativo que en todos los stands se ofrecían artículos, viajes…, para comprar, casi todos ellos con un precio elevado. Sin embargo en el nuestro no se vendía nada; simplemente se ofrecía información de lo que para nosotros es lo más valioso en el marco de las bodas: El Sacramento del Matrimonio, y todo lo que ello comporta, que es mucho más que una celebración en el marco de un templo: la verdad, la riqueza, la belleza y la exigencia del Amor Humano tal y como aparece en el Plan de Dios desde el momento mismo de la Creación.
Y aquí está la respuesta a la pregunta que da título a esta breve reflexión: poder ofrecer a todas las parejas que se plantean vivir un proyecto de vida en común ese Plan de Dios que sigue plenamente vigente en nuestra realidad del siglo XXI. Hacer visible en nuestro mundo, en muchos aspectos muy materialista, que también hoy la Iglesia tiene algo que ofrecer a las parejas de hoy que les puede dar un sentido nuevo a su matrimonio, y que eso puede hacerlos verdaderamente felices en la respuesta a su vocación al amor. Y ello no teorizando o dando bellos discursos, sino desde el testimonio vivo de tantos matrimonios cristianos que han pasado por allí en estos días.
Creo que, en este sentido, tiene profundo significado, y puede ser muy fecunda nuestra presencia en este salón de Belmoda.
Daniel García Miranda