El 7 de noviembre celebramos la festividad de San Prosdócimo, primer obispo de Padua.
Nace en Limoges en el siglo VI. Como todos los nobles Leonardo debe enrolarse, pero flanquea al arzobispo de Reims trabajando para liberar a centenares de prisioneros de guerras. Eremita, obtiene el permiso del rey Clodoveo para erigir el monasterio, que aún hoy es una etapa del Camino de Santiago.
Prosdócimo fue ordenado obispo por el mismo San Pedro Apóstol, y enviado a Padua por este mismo para evangelizar la región. Le acompañó el diácono San Daniel, que más tarde sería martirizado.
En dicha ciudad, el santo convirtió a Santa Justina, la ilustre mártir paduana. Prodóscimo murió anciano, luego de una ardua labor de evangelización.
Es santo patrón de la ciudad de Euganean, y también, según la opinión de muchos estudiosos, probable evangelizador de la Venecia occidental entera.