La exposición fotográfica “Hacer visible una realidad invisible”, organizada por Cáritas con motivo de la XIX Campaña de las personas sin hogar, permanecerá abierta al público hasta el 15 de diciembre en el salón de actos del Centro Cultural Nuevo Inicio, en el edificio de la Curia diocesana.
La muestra ofrece fotografías de los rostros de personas, muchas de ellas granadinas, que se encuentran en la calle, donde han llegado a consecuencia de rupturas matrimoniales, el paro o enfermedades como la depresión. También se muestra el trabajo y el acompañamiento que se les da desde comedores sociales y residencias como el de Regina Mundi, Madre de Dios, Hijas de la Caridad o San Juan de Dios.
Esta exposición sirvió para presentar la XIX Campaña de las personas sin hogar, que, con el lema “Todos somos ciudadanos. Nadie sin hogar”, se celebró el pasado día 27, en el Día de los sin techo. Asimismo, la muestra forma parte de las actividades organizadas por la Fundación Casas Diocesanas de Acogida-Cáritas, con motivo de la celebración del inminente Cincuentenario de Cáritas Diocesana de Granada.
El Director de Cáritas Granada y presidente de la Fundación Casa de Acogida, José Martínez Vallejo, ofreció la conferencia “Hacer visible una realidad invisible” durante la inauguración de la exposición, el pasado 17 de noviembre. Asimismo, participaron en el acto de presentación el Vicario General, D. Manuel Reyes y dos hombres que han sufrido el drama de vivir en la calle y ofrecieron su testimonio a los asistentes.
“Cáritas es la mano de la caridad cristiana de la Iglesia. La Iglesia tiene muchas misiones: enseñar, santificar a las personas, a través de los Sacramentos, predicar el Evangelio, pero también tiene que atender a los hombres, como hizo Jesucristo y nos mandó”, explicó el Vicario General D. Manuel Reyes, durante el acto de presentación, y dos hombres que han sufrido el drama de vivir en la calle y ofrecieron su testimonio a los asistentes.
“Todo cristiano está llamado a ser la cara de Cristo y las manos de Cristo, el corazón amoroso de Jesucristo, para las personas que les rodean. Ésta es la caridad familiar. Luego está el servicio de la caridad organizada, que es importante en un mundo tan complicado como el nuestro”, explicó D. Manuel Reyes, quien también recordó la “la larga experiencia de la caridad organizada” en la propia Iglesia diocesana, con numerosas iniciativas “muy grandes de servicio a los pobres”.
Junto a ellos, en la inauguración se contó con la presencia de autoridades municipales, como Ana Lópezde Andújar, en representación de los Servicios Sociales de la Diputación, y Fernando Egea, en representación del Ayuntamiento, así como la Directora del CC. Nuevo Inicio, Ana Franco.
Cáritas Granada
Tras recordar que las 70 camas de las que dispone la Fundación Casas de Acogida -Fundación diocesana a través de Cáritas para personas sin hogar- están llenas, el Director de Cáritas profundizó en el ser persona de aquellos que no tienen techo y en cómo hoy se evade a estas personas, para no verlas. “Todos somos hijos de Dios, todos somos personas, todos tenemos la misma dignidad. Sin embargo, decimos los ‘sin techo’ y son personas que están atravesando una situación de pobreza, de carencia. Estas personas sufren a lo largo de su vida”.
Martínez Vallejo recordó el lema de hace unos años “Mañana puedes ser tú”, para referirse a la situación de estas personas en las que nos podemos encontrar nosotros, y señaló cómo sin familia ni amigos puedes caer en lacras como el alcohol y drogas. En este sentido, se preguntó: “¿Y cómo sales de ahí?”. “Si mañana puedo ser yo, tenemos que pensar cómo me gustaría que me trataran. Entonces, nosotros tenemos que tratar a los demás como me gustaría que me trataran”, señaló.
Dos testimonios
La inauguración contó con la presencia de personas sin hogar, entre ellas dos hombres que ofrecieron a los asistentes su testimonio. El primero de ellos agradeció poder hablar de sí mismo y mostrarse “como persona”. Tras nacer de madre soltera y ser tutelado por sus abuelos maternos hasta los 11 o 12 años, cuando fallecen, el primer testimonio afirmó comenzar un camino que le llevó de un lado para otro.
La calle se convirtió en su casa y, así, durante 40 años. Sufrió alcoholismo y en 2007 comenzó a ser atendidos por la residencia Madre de Dios y Damas Apostólicas. Después de tanto devenir, en la inauguración de la muestra expresó su alegría de estar acompañado y dio las gracias a Cáritas por no haberle dejado abandonado a su suerte. Hoy se ha rehabilitado y presta su ayuda como voluntario en Cáritas.
El segundo testimonio fue el de un hombre peruano, de abuelo granadino, que no tuvo grandes problemas en la vida, pero a quien una separación matrimonial y, después, la pérdida de trabajo le abocó a la calle. “Un día me vi que no tenía dónde ir”, señaló, al mismo tiempo que recordó el momento en que tomó conciencia de su situación: “Estaba sentado en el banco de un parque”. “Tenía facultades, pero me veía con todas las puertas cerradas”, afirmó. Agradeció la ayuda recibida, no sólo porque encontró una habitación limpia donde dormir, sino porque “me ayudaron a recuperar la esperanza”, y aludió a Cáritas como “la última red” antes de caer en la desesperación. “Yo nunca pensé que estaría en una circunstancia de esa naturaleza, pero un día me vi que no tenía dónde dormir esa noche”.