A José Manuel Rodríguez Ávila le apasiona su trabajo como profesor de Religión. Es también catequista en su parroquia y tiene 12 hijos, lo que no le impide ser habitual colaborador de la Delegación de Enseñanza de la Diócesis de Granada o en su propia parroquia. José Manuel es profesor de Religión en Alomartes, donde imparte la mayoría de sus horas, así como en Tocón y Olivares. En la enseñanza de los contenidos, José Manuel utiliza nuevas formas didácticas, como el Kahoot, una herramienta útil para profesores y entretenido para los estudiantes a la hora de repasar los temas mediante preguntas tipo test.
– Cuál es la situación en los colegios ahora mismo con la clase de Religión.
Cada vez hay menos alumnos y por desgracia no son tiempos fáciles. Cada vez hay menos alumnos que optan por la asignatura de Religión. Es cierto que en los colegios donde yo estoy tengo la suerte de que prácticamente todo el alumnado están en clase de Religión, pero es una situación a veces complicada.
– En las clases de Religión, aplicas un tipo de dinámica particular: el Kahoot.
En mis clases introduzco varias aplicaciones o juegos, gamificación, en los cuales los alumnos son los que van prácticamente aprendiendo. Yo hago diferentes juegos como el Kahoot y otros diferentes juegos, en los que el alumno va aprendiendo. A veces se hace para que ellos vayan aprendiendo o para ver lo que ellos han aprendido y ver las lagunas que tienen. Se van utilizando diferentes aplicaciones dependiendo un poco de los objetivos que queramos conseguir. Entonces, son clases muy dinámicas, porque utilizamos pocos libros y poca libreta y a ellos les motiva mucho, que es la idea de utilizar las nuevas tecnologías y aplicarlas al aula de Religión. Da muy buen resultado. Los alumnos están muy motivados y están contentos con esta forma de enseñar diferente.
– Cuéntanos qué es el kahoot.
El kahoot es una aplicación en la que se realiza una pregunta, que los alumnos tienen en sus dispositivos –ordenador, tablet, móvil. Como soy profesor de Primaria, los centros tienen ordenadores o tablets. Cada alumno tiene su ordenador o su tablet, o trabajan por equipo, dependiendo de lo que estemos buscando; se les hace una pregunta y de entre cuatro opciones tienen que elegir la opción correcta o tienen que introducir una respuesta corta, dependiendo de la pregunta que se haga. Si acierta la pregunta, se le da unos puntos porque ha respondido más rápido, y va siguiendo una clasificación. Al final de la partida de todas las preguntas aparece un ranking con los alumnos y sus respuestas correctas. También vemos las preguntas que más dificultad han tenido y eso es interesante, porque podemos volver a repasar esa pregunta. Es algo bastante dinámico y los alumnos se lo pasan bastante bien.
– Qué te dicen los alumnos.
Los alumnos están deseando entrar por la puerta y preguntan si vamos a coger el ordenador o la tablet. A veces, sí; y a veces, hay que dar la clase de la manera más tradicional, pero es verdad que están deseando coger el ordenador o la tablet.
– Es una buena forma de aprender los contenidos de Religión Católica, que es una asignatura que ha quedado muy reducida a una asignatura no valorada. Y es una asignatura básica para entender el mundo que vivimos y a nosotros mismos, y que no tiene nada que ver con una catequesis.
Es más, el poder aplicar estas nuevas tecnologías hace que los centros también vean que los propios profesores y alumnos le damos un valor a la asignatura. Es una manera de hacer visible nuestra asignatura. No es una asignatura menor o que no vale, sino que es una manera también de que los padres de los alumnos vean que están en la escuela y están aprendiendo también la asignatura de Religión, muy importante para la formación integral de la persona, y se hace de una manera muy lúdica. Es hacer la asignatura muy visible.
Paqui Pallarés
Delegada de Medios de Comunicación Social