Del 23 al 27 de junio se ha celebrado el XXX encuentro Nacional de Pastoral del Sordo y Sordociego, un encuentro anual que se ha retomado después de dos años de pandemia congregando en Santiago de Compostela a personas sordas llegadas de distintos puntos de España.

Desde nuestra diócesis de Granada han participado un grupo de 8 personas entre las que se encontraba el Delegado de esta pastoral, D. Jesús Lahoya: “Las jornadas han sido estupendas, los participantes sordos y sordociegos los han pasado muy bien, disfrutan mucho de la comunicación entre ellos, es un enriquecimiento el conocer a otras personas de otras ciudades con la misma realidad”.

En el Encuentro que estuvo presidido por D. Mons. Román Casanova, Obispo de Vic y responsable de la Pastoral del Sordo a nivel nacional, ha contado con la participación también de 9 sacerdotes.

30 AÑOS DE PASTORAL CON LAS PERSONAS SORDAS

Entre los principales temas tratados en estas jornadas destacaron la Sinodalidad, el compartir experiencias de peregrinos sordos en el camino de Santiago, y también la historia de los 30 años de esta pastoral en España. Esta última fue la ponencia impartida por el Delegado de la Pastoral del Sordo en Granada, D. Jesús Lahoya.

“En estos 30 años de historia de la pastoral se destacan varias personas clave en el desempeño pastoral de la Iglesia en esta área. Por una parte D. Agustín Llanes, fue uno de los fundadores al que rendimos homenaje también por su labor internacional en otros continentes con personas sordas como América Latina. Igualmente el Padre franciscano D. Antonio Eguiluz y D. Regino Chiquirrín realizaron contribuciones destacadas”, asegura.

NUEVOS HORIZONTES

Entre las principales líneas de trabajo a potenciar en la Pastoral del Sordo, su delegado en Granada señala la necesidad de más que saber lenguaje de signos es importante la presencia entre las personas sordas, especialmente de los sacerdotes.

“Hay un total de 17 diócesis españolas con Pastoral del Sordo. En general es una pastoral incomprendida por la barrera de los signos. Pero lo imparte no esta tanto hablar signos como la presencia entre ellos, el lenguaje va más allá, captando palabras y la compresión a través de los gestos. Nuestra diócesis de Granada al tener una escuela para sordos y también la formación de las Escuelas del Ave María eso ha hecho que las personas con esta discapacidad tengan una educación muy buena”, comenta D. Jesús Lahoya.

María José Aguilar
Secretariado de Medios de Comunicación Social