La fiesta local del Corpus estuvo presidida en esta ocasión por el obispo emérito de Almería, D. Adolfo González Montes, que acudió a suplir al arzobispo de Granada después de su reciente operación de espalda.
Después de dos largos años los granadinos volvieron a asistir a esta procesión mirando con devoción la custodia portada por los hermanos costaleros, en mitad de las loas y las petalás que le dedicaron muchos conciudadanos desde sus los balcones de sus casas.