La comunidad parroquia del San Miguel, en Armilla, ha celebrado con alegría la confirmación de un grupo de 28 niños y niñas de la parroquia que después de un tiempo de preparación han recibido este sacramento acompañados por sus padrinos, catequistas y familiares en dos Eucaristías celebradas los días 18 y 25 de septiembre.

Las Misas estuvieron presididas en estas dos jornadas, primero, por el Vicario General de nuestra Archidiócesis, D. Francisco Javier Espigares, y por D. Francisco Tejerizo, Vicario Territorial de la Zona I, junto a D. Antonio Luis Martín, párroco de San Miguel que concelebró en ambas celebraciones y presentó y acompañó a los jóvenes de su comunidad parroquial que con alegría recibieron la imposición de las manos, el santo crisma, y la renovación del Espíritu Santo recibido desde el Bautismo culminan la etapa sacramental inicial de la vida cristiana.

FUEGO, ESPERANZA Y VIDA

“Hoy es un nuevo Pentecostés en Armilla, en este mes grande del patrón, San Miguel, con la incertidumbre de la pandemia, pero el Señor viene a estar con nosotros, a darnos su aliento en una vida por la que vamos desanimados. El Espíritu es aliento vital, es ánimo, es fuego, esperanza, vida. Y más que nunca necesitamos esa vida y sabemos que Dios no defrauda. Una vez que le abrimos la puerta al Espíritu se transforma la existencia, viene en ayuda de nuestra debilidad uniéndonos a Dios y a los demás”, destacó D. Francisco Javier Espigares dirigiéndose a los jóvenes.

Por su parte, D. Francisco Tejerizo, destacó que a pesar de las dificultades de la época actual “el don del Espíritu Santo hace que las personas seamos nuevas, que nos sobrepongamos a las dificultades, que la sociedad sea nueva. El Señor tiene hoy el Espíritu no solo para nosotros sino para el mundo entero, que su fuerza nos ayude a rezar. Dios está muy cerca de nosotros”.

María José Aguilar
Secretariado de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada