Pascual Torres Lloret, nacido en 1885 en la provincia valenciana, creció en una familia de origen humilde. Se casó y tuvo cuatro hijos. Su profesión era la de constructor. En aquellas primeras décadas del siglo XX, Torres Lloret fue uno de los que vivió aplicando la Doctrina Social de la Iglesia en su trabajo, hasta el punto de no querer beneficiarse por ejemplo del 10% del salario de los obreros que le correspondían según el derecho vigente entonces.
Fue un apóstol seglar, que testimonia que el compromiso de los laicos tiene un alcance igual o más importante que el de los presbíteros o religiosos en la Iglesia. Al tiempo que era asiduo a la Eucaristía y al rezo del rosario en familia, este beato contribuyó a la creación de varias asociaciones laicales. Militó en la Acción Católica de aquellos años y fue fiel devoto de la adoración nocturna al Santísimo Sacramento.
Cuando empezaron los primeros rumores de la persecución religiosa en España, Torres Lloret dio testimonio de mantenerse en estado de paz, confianza e incluso alegría, pese a todo. Fue apresado por primera vez al poco de estallar la guerra, un 25 de julio de 1936. No buscó ser apresado pero tampoco se escondió, como algunos le aconsejaron, visitando y animando a algunos amigos, además de proteger en su casa al Santísimo Sacramento junto con libros y objetos sagrados.
Fue sometido a varios interrogatorios hasta que, finalmente, fue llevado al cementerio y fusilado por odio a su fe, en la noche del 6 de septiembre. Fue declarado beato por el Papa san Juan Pablo II el 11 de marzo de 2001.