Comenzó sus estudios en el Seminario de Málaga y pasó al Seminario de Granada en 1929 para hacer el segundo curso de filosofía y el resto de los estudios. Recibió las diversas ordenaciones menores y mayores en pocos meses: la tonsura el 5 de abril de 1935 y el presbiterado el 14 de junio de 1936 incardinado a la Iglesia de Granada. Tenía 24 años.
Marchó a Coín para su primera misa a la que siguieron otras 25 celebraciones. No hubo ocasión para que recibiera nombramiento pastoral: el Señor quiso que fuera sacerdote para la celebración de esas eucaristías. Fue detenido el 25 de julio o 1 de agosto según diversos testigos, llevando a la cárcel sólo su rosario y su crucifijo. Según testimonio escrito de un compañero de prisión, hizo una gran labor sacerdotal con los compañeros: no desperdiciaba un momento y trabajaba sin descanso para llevarnos a Dios; y lo hacía tanto estando todos reunidos como con cada uno en particular. Confesó a varios de los presos y se mostraba plenamente satisfecho al desempeñar su ministerio sacerdotal. No tuvo ni un momento de tristeza cuando hablábamos de lo que nos podía suceder; sólo le preocupaba el que alguno no quisiera oír la voz de Dios y que pudiera perderse algún alma… a veces al pensar en su madre decía: Lo único que siento es lo sola y desamparada que queda mi madre… pero el Señor se encargará de protegerla y consolarla. El 11 de agosto, de madrugada, fue llamado para ser asesinado.
Según ese testigo, cuando lo llamaron dijo que no le importaba morir y cogió su crucifijo que lo acompañó en su muerte. Hay un testimonio de que fue enterrado vivo hasta la cabeza y se intentó que lo pisoteara un caballo. Al fin murió por arma de fuego en un lugar llamado Fuente del Sol en la carretera de Coín a Cártama. Enterrado primero en el cementerio de Alhaurín el Grande, fue exhumado, se le encontró el crucifijo en el bolsillo de la chaqueta y las manos atadas con alambre. Recibió sepultura definitiva en el cementerio de Coín.