Estudió en el Seminario de San Cecilio, terminando cuarto de teología con 22 años. Hizo dos cursos más ampliando estudios pero sin optar a grados académicos. Fue ordenado presbítero el 6 de junio de 1900.
Fue párroco de Beas de Granada, coadjutor de Alhama de Granada, párroco de Quéntar y, finalmente, sacerdote adjunto a la parroquia de su pueblo, sirviendo algún tiempo a Santa Cruz del Comercio. Celebraba habitualmente en la Iglesia del Carmen.
Fue detenido el 27 de julio y encarcelado con los demás sacerdotes del pueblo, pero no salió con ellos el día 30 para ser asesinado. Murió el 1 de agosto. El Siervo de Dios, nacido en Alhama dio su vida en la misma ciudad, entre los suyos, por defender su fe y su sacerdocio.
Estas fueron las circunstancias de su martirio. Unos aviones atacaron a una columna que salía de Alhama hacia Granada, como represalia algunos se dirigieron a la cárcel con la intención de fusilar a los presos que quedaban. Pero antes el carcelero abrió las puertas y los presos huyeron e intentaron buscar un refugio, pero poco a poco fueron descubiertos y muertos. Fueron unos quince. El sacerdote junto con otros tres busca amparo en la sacristía de la Iglesia Mayor. Allí le buscan. Abre el Siervo de Dios la puerta y se encuentra cara a los que los buscan. Todos fueron muertos allí. El Siervo de Dios, al parecer, quedó con alguna vida sufriendo vejaciones por parte de los transeúntes durante unas horas. Finalmente su cadáver fue arrojado por el pretil existente cerca de la puerta de la sacristía. Estuvo sepultado en el cementerio de Alhama y posteriormente fueron trasladados sus restos al Valle de los Caídos.