Granada, 8 de noviembre de 2019.- Ya se están ultimando los preparativos para la ceremonia de beatificación de María Emilia Riquelme y Zayas , fundadora de las Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada, que tendrá lugar mañana sábado, 9 de noviembre, en la S.I Catedral, a las 11 horas.
La ceremonia estará presidida por Mons. Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, y concelebrada por dos cardenales, dos arzobispos, siete obispos y dos obispos auxiliares. Entre ellos también está nuestro arzobispo Mons. Javier Martínez. Los obispos españoles asistentes son: el arzobispo de Sevilla, Mons. Juan José Asenjo, y su auxiliar, Mons. Santiago Gómez Sierra; el arzobispo emérito de Sevilla, cardenal Mons. Carlos Amigo; los obispos de Málaga, Mons. Jesús Catalá; de Jaén, D. Amadeo Rodríguez; de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández; de Guadix, D. Francisco Jesús Orozco; de Almería, D. Alfonso González Montes; de Coria Cáceres, Mons. Francisco Cerro; y uno de los obispos auxiliares de Barcelona, Mons. Antoni Vadell. Asimismo, asisten los obispos de Colombia, D. Luis Gabriel Ramírez, y el de Brasil D. Paolo Romeu.
Un total de 120 sacerdotes concelebrarán una ceremonia en la que se espera la asistencia de 4.000 personas. La congregación también estará representada por 200 hermanas, procedentes de los países donde la congregación está presente, como Portugal, Brasil, Bolivia, Colombia, Estados Unidos, México, Angola y Filipinas. También asisten comunidades de hermanas y peregrinos procedentes Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca, Pamplona, Cáceres y Segovia. Asimsimo, entre otras personas, asistirán Nelson Yepes, persona que experimentó el milagro por intercesión de María Emilia, junto a su mujer, el médico que le atendió y la Postuladora de la Causa. Y junto a todos ellos, todos los granadinos que quieran compartir este momento. Asimismo, colaboran 180 voluntarios y asistirán diversas autoridades civiles y militares.
La ceremonia estará presidida por la Sagrada Imagen de la Archicofradía del Santísimo Rosario y el cuerpo de María Emilia, ante el altar, donde será proclamada beata.
La Congregación expresa su “agradecimiento grande a tantas personas que están sin parar colaborando para que todo salga bien”.