Este beato, que ejerció el ministerio de sus primeros años de vida sacerdotal en este pueblo de las Alpujarras, nació en Válor en 1869, fue seminarista de San Cecilio y fue muerto en el cementerio de Berja, dentro del contexto de los primeros años de persecución religiosa en España a comienzos del siglo XX.
Durante la Eucaristía, presidida por el arzobispo de Granada, D. Javier Martínez, se pidió la intercesión del beato y se habló de la importancia de la conservación de la vida en los pueblos, que facilitan una vida muchas veces más humana y una economía más sana.
Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada