El Monasterio de San Jerónimo ha acogido esta mañana la celebración en honor a los Santos Ángeles Custodios, patronos de la Policía Nacional, en una Eucaristía presidida por D. Francisco Javier Espigares, Vicario General de la Archidiócesis, en la que han participado autoridades civiles, militares y familiares de la Policía, entre los que se encontraba D. Ricardo de la Hoz, en cuyo homenaje también se celebró la Misa por ser el miembro con mayor antigüedad del Cuerpo de la Policía Nacional en Granada.
PROTEGER Y CUIDAR A LAS PERSONAS
Al inicio de su homilía D. Francisco Javier Espigares, trasladó en nombre de nuestro Arzobispo, Mons. Javier Martínez, su afecto, cercanía y admiración por el trabajo diario y necesario que la Policía Nacional desempeña en la ciudad reflexionando también sobre la misión que esta profesión tiene en la sociedad actual bajo el amparo de sus patronos, los Santos Ángeles Custodios:
“El Señor nos regala a los Santos Ángeles Custodios para que nos guarden y vayamos por el buen camino, la Policía Nacional también tiene esa misión de guardar, custodiar, y vigilar el orden que tanto bien hace en la sociedad. El bien de la sociedad os necesita como vigilantes, sois ángeles que Dios ha puesto en la sociedad para que guarden los caminos de los hombres”, afirmó el Vicario General.
Asimismo, D. Francisco Javier Espigares también destacó que los miembros de la Policía son “maestros de humanidad” por estar en contacto con la miseria humana que hace que el corazón se engrandezca.
“Los ángeles son un ejemplo maravilloso y su labor es maravillosa: custodiar a los hijos de Dios, cuidar el tesoro que Dios tiene que somos los hombres. Tener esta misión es una tarea privilegiada y una labor importantísima”, afirmó.
María José Aguilar