El 30 de abril se celebra la festividad de San Pio V, Papa. 

Durante su Pontificado, Pío V trabajó en favor de la asistencia a los pobres y necesitados, creando estructuras de asistencia y de ayuda como el Monte de Piedad y los hospitales de San Pedro y del Espíritu Santo. Durante la carestía de 1566, suprimió todo tipo de gasto superfluo, distribuyó víveres y organizó servicios sanitarios.

Inflexible, entre sus disposiciones, también figura la bula In Coena Domini que recogía medidas sobre la custodia de la fe y la lucha contra las herejías. Redujo el costo de la corte papal, impuso la obligación de residencia de los obispos y afirmó la importancia del ceremonial. Se opuso a toda forma de nepotismo y trató, con todas sus fuerzas, de mejorar los usos y costumbres de la población.

Pío V dio prueba de grandes capacidades también con respecto a las monarquías europeas. Logró que se reconocieran las decisiones del Concilio de Trento en Italia, Alemania, Polonia y Portugal. Entre los monarcas católicos sólo el rey de Francia se opuso. Excomulgó a Isabel I de Inglaterra con la intención de apoyar a las fuerzas católicas y determinadas a favorecer el ascenso al trono de María Estuardo.

Agotado por una larga enfermedad, murió el 1° de mayo de 1572. Sus restos descansan aún en la Basílica de Santa María la Mayor en Roma.