Tanto el Instituto Internacional como la exposición “Hermana Madre Tierra” fueron presentados por el Arzobispo Mons. Javier Martínez, en un acto celebrado en el Centro Cultural Nuevo Inicio, acompañado por el Secretario General del Instituto con sede en Granada Michael Taylor. Allí, el Arzobispo de Granada explicó el origen de la fundación de un Instituto de estas características y la necesidad de aprender a cuidar la Creación como don de Dios que se prolonga en el don de nuestras propias vidas. “El Instituto Internacional nace para dar a conocer la responsabilidad que tenemos y la misión que tenemos de cuidar, de proteger, de conservar la Creación. Toda la Creación”, explicó el Arzobispo.
El Instituto con sede en Granada está presidido por Mons. Martínez e integrado por una serie de miembros fundadores, entre ellos Mary Taylor, que ha escrito varios artículos sobre la Encíclica y es fundadora de la ONG “Pax in terra” para promover la dignidad de la persona humana a través del desarrollo de comunidades sostenibles.
El Instituto Internacional desarrollará poco a poco actividades e iniciativas que permitan “abrir de nuevo el horizonte de una belleza que nos ha sido dada y de una vida que nos ha sido dada justo para una vocación al amor; un horizonte sin el cual la vida humana se desespera, se vuelve oscura”, explicó Mons. Martínez en la presentación.
Según explicó el Arzobispo, el Instituto irá desarrollando poco a poco su actividad desde dos ángulos: uno teórico, para enseñar a mirar de nuevo la Creación con afecto, y otro práctico, para tratar de promover iniciativas humildes y pequeñas “en los pueblos donde podamos generar una agricultura que esté a la medida de los deseos del hombre”. Esa medida “es el Verbo de Dios. Es decir, nuestros deseos son infinitos porque nuestra nostalgia es de Cristo, porque estamos hechos a imagen del Hijo de Dios”, explicó Mons. Martínez.
Entre esas pequeñas y humildes iniciativas, nuestro Arzobispo anunció su deseo de promover una escuela de comunidad rural y emprendimiento rural, para revitalizar las zonas rurales y recuperar el sentido del trabajo manual, de enseñar a los niños a hacer cosas juntos y producir alimentos, al mismo tiempo que se les enseña a amar su tierra y su pueblo.
Paqui Pallarés