La comunidad educativa expresaba su afecto, cariño y agradecimiento esta semana a Manuel Avilés, quien durante los últimos doce años ha donado sus fuerzas, tiempo y dedicación en el ámbito de la educación desde el Patronato San Juan de Ávila, que integra a los colegios y centros diocesanos de Granada.
Y lo ha recibido en el acto de homenaje en su honor que se celebró el pasado día 5 en el colegio Virgen de Gracia, centro perteneciente a dicho Patronato. Allí, familiares y miembros de dicho Patronato arroparon a Manuel Avilés, que se retira tras más de una década de implicación personal por amor a la Iglesia y a Jesucristo desde el ámbito educativo.
En el caluroso homenaje, algunos alumnos de Primaria ofrecieron sus actuaciones de música, con breves conciertos de viola, piano y violonchelo, así como un sencillo espectáculo de bailes folclóricos. Asimismo, Avilés recibió una medalla y un obsequio del Patronato como reconocimiento a su compañía, trabajo y ayuda en la tarea educativa de los centros diocesanos de Granada.
Junto al homenajeado, estaba Josefina, su esposa desde hace 53 años, quien también, por amor a Cristo y su Iglesia, ha donado su tiempo, dedicación, afecto y esfuerzo en la educación de los jóvenes del Seminario Menor de Granada. Un afecto y agradecimiento que hacía extensivo nuestro Arzobispo a toda la familia Avilés.
Manuel Avilés, conmovido por el cariño recibido, daba las gracias públicamente en un discurso. También la directora del colegio donde se celebraba el homenaje, Pilar Seoane, expresaba la gran ayuda en el trabajo afrontado desde el Patronato, y especialmente su calidez humana.
EUCARISTÍA DE ACCIÓN DE GRACIAS
El colegio Virgen de Gracia vibró con el caluroso homenaje y afecto a Manuel Avilés. Un homenaje que comenzó con una Eucaristía de acción de gracias a Dios por su persona, presidida por nuestro Arzobispo Mons. Javier Martínez. “Siempre con una sonrisa en los labios, con una generosidad como quien no está haciendo nada, siempre en zapatillas y lleno de discreción”, dijo de Manuel Avilés nuestro Arzobispo.
En su homilía Mons. Martínez expresaba su agradecimiento por la cercanía y amistad vivida con Avilés y su familia, desde el principio de su ministerio episcopal en Granada en el año 2003. “Han sido para mi una de las compañías más fieles, más cercanas, más inmediatas, uno de los signos más sencillos y más cotidianos del modo como el Señor acompaña nuestra vida. Doy muchas gracias a Dios por poder hoy por poder expresar la gratitud que yo tengo de esa compañía”, señaló Mons. Martínez.
LA TAREA EDUCATIVA DE LA IGLESIA
Nuestro Arzobispo también habló de los colegios diocesanos, de los que dijo son una parte “esencial” en la vida de familia que es la Iglesia y que “están en mi corazón”. “La Iglesia nunca podría renunciar a su tarea de educar. Dejaría de ser la Iglesia de Jesucristo si la Iglesia no se preocupase de transmitir su experiencia de lo humano. Porque no se trata solo de enseñar a creer en Dios, de enseñar a creer en Jesucristo; se trata de comunicar toda una experiencia de la vida bella, porque es lo que el Señor nos permite”, explicó Mons. Martínez. (Leer homilía completa).
Paqui Pallarés