Este centro de oración por la paz albergará grandes retablos originarios de los cinco continentes. Con ello se quiere subrayar su carácter universal y hacer que cualquier persona que acceda al templo pueda sentirse como en casa.
Una de las dos capillas terminadas cuando se produjo la reapertura de San Nicolás estaba dedicada al misterio central de la Encarnación. “En realidad este trabajo me ha inspirado a mí porque este cuadro es sobre Santa María, que es a través de quien se ha producido la encarnación de Jesucristo”, dijo Adefris, el artista etíope responsable de esta obra.
Todo esta capilla de estilo africano está dedicada a la Madre de Dios, recordando que sin ella no podría producirse la salvación que viene de Jesucristo. “Es este misterio el que explica este trabajo. Lo principal de nuestra fe es creer en la Encarnación. Sin la Encarnación no hay salvación”.
OBRA ICONOGRÁFICA
Este joven etíope asegura que este gran retablo iconográfico tiene un carácter esencialmente simbólico, propio de la tradición eclesial de su país. “Esta pintura es prácticamente simbólica. El arte de la Iglesia ortodoxa en Etiopía es simbólico”, comenta.
Todas las distintas escenas que recoge el mural de esta capilla hacen alusión a la figura de la Virgen María como síntesis de todas las escenas de la Antigua Alianza. “En una de las imágenes vemos una zarza y una llama. La zarza es el símbolo de la Virgen. También en la parte superior vemos representado el sueño de Jacob con una escalera dorada que refleja el pasaje de la escritura. Esta escalera dorada también simboliza a Santa María”, dice este cristiano admirado del simbolismo bíblico. “Luego está Abrahán que hospeda a la Trinidad. La Trinidad que nos hospeda a todos en una tienda. Una tienda que podemos identificar también con Santa María”.
Se incluye también una represenatación de la expulsión de Adán y Evan del jardín del Edén, que supone ya en sí el inicio de una promesa, de una Alianza que está cumplida en María con la Encarnación del Hijo de Dios.
PUENTE ENTRE EL CIELO Y LA TIERRA
El marco de este gran mural pictórico está hecho de madera tallada, traído directamente desde África. “Ha sido un trabajo muy duro pero decidí hacerlo así porque es lo que se hace con el arte iconográfico. Quiero bendecir con ello a la Virgen María y, al retratar también a los profetas, apóstoles… tener su bendición”, afirma Adefris.
La clave de una obra de arte sacro como esta es, para Geletu, la bendición. Bendecir a Dios y facilitar la bendición de quien ya se encuentra en el Cielo. Todo hombre de buena voluntad que se acerque a esta obra, al final se está comunicando con la realidad de las realidades, la de Dios y sus santos. Asegura que quien venga no tiene que venir como mero visitante, porque esto no es algo puramente material sino espiritual.
“Las pinturas sacras son la ventana al Cielo. Podemos rezar frente a estas obras y ser bendecidos por Jesucristo, la Virgen y los santos”, subraya el autor africano. “Después, aprender de estas pinturas. En ellas se muestran eventos únicos de la Historia, de otro modo la pintura sagrada no serviría de nada”.
Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social
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