Fecha de publicación: 3 de febrero de 2020

Si bien fijada para este domingo 2 de febrero, la celebración de esta Jornada de la Vida Consagrada con esta multitud de religiosos y seglares consagrados de la diócesis se adelantó al viernes debido a su coincidencia con la festividad de San Cecilio.

Empezó la Santa Misa con la procesión de velas a la entrada del Sagrario-Catedral, siguiendo el rito propio de la fiesta de la Candelaria, que conmemora el Misterio de la Visitación del Niño Jesús en el templo.

Haciéndose eco del lema propuesto por el Santo Padre Francisco para la Jornada de la Vida Consagrada de este año, “La vida consagrada con María, esperanza de un mundo sufriente”, el Arzobispo de Granada, Mons. Martínez, empezó recordando que la clave de la vida consagrada y de toda vida de fe, pasa por el compromiso que Dios adopta con el hombre y no tanto por las obras que los creyentes hacen por Dios.

“Hay una pretensión muy típica del hombre moderno de pensar que nosotros hacemos cosas por Dios. ¡Si nada podemos hacer que Él no nos conceda primero el hacerlo!” dijo el Arzobispo, recordando que es Dios el que se hace compañero de camino primero en la Encarnación, con una especial fuerza en el caso de los consagrados: “nosotros hemos sentido su compañía con una fuerza tal que ha despertado en nosotros un amor que solo se puede llamar esponsal y que hace visible el Misterio de la Iglesia Esposa de Cristo”, aseveró.

En ese sentido, no dejó de recordar la importancia del mismo Misterio de la Encarnación, de que Dios ha querido hacerse uno de nosotros, aludiendo

“¡Y A TI UNA ESPADA TE ATRAVESARÁ EL ALMA!”

Con toda la asamblea de miembros consagrados de la Iglesia en Granada, que un momento durante la celebración para renovar sus votos de pobreza, castidad y obediencia en su vida de fe y entrega al Señor, hubo tiempo también para hacer una exégesis de las famosas palabras que dirigió el anciano Simeón a la Virgen en la visita del Niño Jesús al templo.

“Me queréis decir qué pinta esa alusión a la espada que va a atravesar el corazón de María en un contexto justamente de alabanza porque la redención ha venido a nosotros?”, dijo Mons. Martínez, recordando cómo el original en griego del Evangelio de San Lucas está lleno de semitismos y arameismos que dificultan a veces la comprensión del sentido del texto.

Mirando a la Virgen, en esta Jornada de la Vida Consagrada centrada precisamente en María, el Arzobispo recordó el sentido auténtico de la Escritura que hace a María la madre de la Salvación. Lo que el texto quiere decir es que “es la Virgen la que empuña la espada, que es la Palabra de Dios”, afirmó el Arzobispo, “y tú misma, ¡apartarás las espada que nos tiene cerrada la entrada al Paraíso!”.

ANUNCIO DE LA BEATIFICACIÓN DE LOS MÁRTIRES GRANADINOS DEL S. XX

Con esta alusión a la gloria de la redención en la figura de María, en una celebración repleta de cantos y en un ambiente cargado de alegría, concluía así esta Jornada de la Vida Consagrada junto a este grupo de religiosos y consagrados de la diócesis.

En esta celebración el propio Arzobispo hizo saber igualmente a todos los allí presentes la noticia de la próxima celebración de la beatificación de los 16 mártires granadinos que entregaron su vida durante la persecución religiosa del s.XX y que se celebrará este año en nuestra diócesis.

Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada