Fecha de publicación: 11 de abril de 2022

Señor Jesús, has sido despojado de Tus vestiduras. Has sido despojado de Tu humanidad. Pero no has sido despojado de Tu dignidad. Has mantenido la dignidad en medio de tanta tribulación, de tanto sufrimiento, de tanta incomprensión.

Cuántas personas siguen siendo despojadas en nuestro mundo, sobre todo de la dignidad. Son maltratadas, tantos tipos de maltratos: físicos, psicológicos, morales… fruto de la incomprensión, fruto de la desidia, fruto del pecado.

Frente a esta realidad, Tu nos muestras Tu vida, Tus palabras de misericordia y de esperanza. Como tratas a todo el mundo con la misma misericordia del Padre, como todos se encuentran junto a Ti alzados en Su dignidad. Los pobres, marginados, enfermos, ellos Te han comprendido totalmente. Y ellos también Te quieren acompañar en este momento de sufrimiento y de dolor.

Que también nosotros sepamos encontrar en Tu mirada la dignidad de hijos de Dios. Somos hijos de Dios por el Bautismo, aunque no siempre vivimos como hijos, como hermanos.

Por eso, Te pedimos, de corazón, que sigas infundiendo Tu santo espíritu en nuestro corazones, para que sepamos vivir verdaderamente con la dignidad de hijos de Dios.

Juntos decimos la oración de los hermanos, diciendo con confianza la misma oración que Cristo nos enseñó:

Padrenuestro

Manuel García Gálvez
Canónigo S.I Catedral

10 de abril de 2022
Plaza de las Pasiegas