Del Evangelio según San Lucas: “Habiéndole arrestado se lo llevaron y le condujeron a la casa del sumo sacerdote mas Pedro le seguía de lejos”.
Es Señor Cautivo, la hora y el poder de las tinieblas. Es la hora de la gran lucha entre Cristo y el Maligno de la que Tú nos dijiste: “Llega el príncipe de este mundo”. Y yo Señor, como Pedro, ¿desde dónde te sigo?, ¿alejado?, ¿indiferente?, ¿quizás con miedo al que dirán? Señor, danos una fe valiente y una certeza de que Tú, en la hora del Maligno, nunca nos dejas solos. Por esta hermandad, por su unidad y amor a la Iglesia, y en especial, te pedimos Señor por la santidad de vida de todos los cristianos.
Padrenuestro que estás en el Cielo,
santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu Reino.
Hágase tu Voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden
No nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén
D. José Ignacio Martínez
Vicario Territorial zona II