Fecha de publicación: 7 de noviembre de 2022

El joven Ernesto, muerto en el año 1147, vivió de lleno en la época de la primera cruzada (1099) lo que le permitió abrir nuevos caminos para los Lugares santos a todos los peregrinos.

Además permitió la fundación de cuatro pequeños estados cristianos en tierras del Islám: Jerusalén, Antioquía, Edesa y Trípoli.

Sin embargo, desde 1144, la caída de Edesa mostró que los musulmanes podían volver a coger lo que los franceses les habían arrebatado anteriormente, incluida Jerusalén. Esto dio lugar a la segunda cruzada (1147-1149).

De los 200.000 hombres y mujeres que partieron para el Oriente, volvieron sólo algunos miles. Ernesto de Steisslingen fue uno de ellos. En su juventud entró de monje en la abadía de Zwiefalten, que da al bello lago de Constanza.

Lo eligieron abad durante cinco años para dirigir humana y espiritualmente a los sesenta y dos monjes que la habitaban. Al término de su mandato, se marchó de nuevo a la cruzada con el ejército alemán, comandado por el emperador Conrado III.

Murió mártir en La Meca en 1148.