En la Eucaristía presidida el pasado sábado por el arzobispo, en la que también se conmemoraba la efeméride del nacimiento de la Venerable Stella Iglesias.

Como una gran fiesta se vivió la Eucaristía del pasado día 9 en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, con motivo del 125 aniversario de la llegada a Granada de las religiosas de María Inmaculada y de esa misma efeméride del nacimiento de la Venerable hermana Stella Iglesias.

Coincidiendo además en el día con la dedicación de la basílica de san Juan de Letrán, en Roma, el arzobispo Mons. José María Gil Tamayo presidía esta Eucaristía, a la que asistió la comunidad de religiosas, así como familia espiritual de esta congregación y fieles en general.

“Vuestro obispo da gracias a esta comunidad que, con su carisma, ya más que centenario, ha traído tanto bien a nuestra ciudad, a nuestra diócesis y, sobre todo, a tantas y tantas chicas que han buscado un porvenir”, le decía a la comunidad de religiosas el arzobispo Mons. José María Gil Tamayo durante su homilía en esta Eucaristía.

La congregación de María Inmaculada es un carisma que nació para acompañar a las chicas jóvenes, cuando hace décadas llegaban del campo a la ciudad para “servir” en las casas y para formarse. Ese aspecto de la educación también caracteriza a la orden de religiosas, siendo María Stella Iglesias una pionera en valorar a la mujer “para que las mujeres ocuparan el lugar que les corresponde en la sociedad”, explica la hermana Francisca Jurado, superiora de la congregación en Granada.

La Santa Sede reconoció las Virtudes Heroicas de la hermana Stella Iglesias, fallecida en Granada en 1982, declarándola Venerable en el año 2021.

La congregación tiene su sede en la calle Gran Vía 33, entrada Marqués de Falces, 13, con su residencia para chicas jóvenes.