Fecha de publicación: 12 de marzo de 2024

En un acto celebrado en su parroquia en el que su restaurador explicó el proceso llevado a cabo, y posterior celebración de la Eucaristía presidida por el arzobispo Mons. Gil Tamayo.

El pasado sábado se presentó a los vecinos y fieles de Capileira la Sagrada Imagen de la Virgen de la Cabeza, patrona del pueblo alpujarreño, una vez concluido el proceso de restauración, que ha durado cuatro meses. El acto tuvo lugar en la propia parroquia de Nuestra Señora de la Cabeza en Capileira, donde se encuentra la Imagen.

Ubicada a un lado del altar mayor sobre una gran peana y adornada con flores, la Imagen de la Virgen de la Cabeza lucía de nuevo tras mejorar, entre otras cosas, su policromía, volviendo a su estado original, según explicó al Secretariado de Medios de Comunicación del Arzobispado su restaurador, el motrileño Jesús Ortega. “La imagen presentaba un estado de conservación bastante regular, principalmente a nivel estructural, porque tenía muchas separación de piezas de madera, y tenía algunos problemas de policromía, sobre todo en la mano, que es donde suele llevar el cetro en su mano derecha, y la sujeción del Niño a la imagen de la Virgen. Se ha procurado subsanar esas alteraciones y devolverla a su estado original”, explicó.

La Sagrada Imagen de la Virgen de la Cabeza, de Capileira, es una talla de imagen completa, de en torno al siglo XVII, de la escuela granadina, “de gran valor artístico”, señala el restaurador. “Lo más difícil ha sido la limpieza de la imagen y la reintegración cromática, porque la policromía sobre todo del manto (…) tiene un dibujo tan minucioso, tan perfecto y tan detallista que la reintegración cromática ha sido un trabajo bastante tedioso”, explicó Jesús Ortega.

EUCARISTÍA
Tras la presentación de esta restauración, se celebró la Eucaristía en la parroquia del pueblo alpujarreño, presidida por el arzobispo Mons. José María Gil Tamayo y concelebrada por D. David Salcedo, secretario particular del Sr. Arzobispo y Delegado de Pastoral Juvenil, y D. Emilio Castillo, párroco de Capileira.

Tras la Misa, la Imagen fue portada por varios vecinos del pueblo, junto con el restaurador, hasta su tabernáculo, donde quedó entronizada, lugar que, junto con el presbiterio de la Iglesia, estrenaba nueva iluminación. “Resultó un momento muy emotivo, pues, mientras la Virgen era trasladada, el pueblo entonó el himno de la Virgen y se sucedieron numerosos vivas, aplausos y tracas de cohetes”, explicó el restaurador sobre el conmovedor momento vivido por los fieles y vecinos de Capileira.

FOTOS: Ayuntamiento Capileira