Charla-coloquio con la Pastoral de la salud.

El dolor por la pérdida de seres queridos se agudiza en fechas claves. Una de ellas son las celebraciones navideñas, cuando el ser querido fallecido ya no está. Por eso, de nuevo en estas fechas, a las puertas de la Navidad, la Pastoral de la salud ofrece su charla-coloquio con pautas para “afrontar la Navidad tras la muerte de un ser querido”.

Esta charla-coloquio se celebrará el miércoles 13 de diciembre, a las 17:30 horas, en la Casa Diocesana de la familia (calle Gracia, 48). Estará a cargo del Delegado diocesano de Pastoral de la salud, D. Diego Molina, que también la ofrecerá como ayuda para “dignificar y vivir la Navidad”, ante una celebración cristiana –el Nacimiento del Hijo de Dios- que a veces queda descristianizada, reducida a una fiesta costumbrista o consumista.

“Redescubrir qué es la Navidad y qué estamos haciendo nos va a ayudar” en una clave de esperanza cristiana, explica el Delegado diocesano, que abordará las formas de asumir la pérdida de un ser querido y “cómo afrontamos y gestionamos” este dolor. A partir de ahí, en su charla-coloquio aportará algunas claves para afrontar dicho dolor por la pérdida, que servirán no sólo para estas fechas, sino para todo el año, especialmente en “los picos de dolor”, es decir, en las fechas concretas vinculadas al ser querido fallecido.

PAUTAS

En este contexto navideño, D. Diego Molina recuerda que es importante que la familia hable sobre el modo como quiere afrontar esa Navidad cuando no está esa persona querida entre ellos; respetar y expresar las emociones; cómo simbolizar al nuevo ser querido “abriéndonos a la esperanza”; iniciar nuevos rituales, “para generar nuevas tradiciones en la Navidad”; evitar el estrés previo a las fiestas; cuidado con la automedicación y el alcohol; aprender a tomar un respiro ante las circunstancias y reforzar el sistema de creencias .

“LA ESPERANZA EN LA VIDA ETERNA”

Y de manera relevante, señala el aspecto espiritual ante el dolor, recordando que “es muy importante no separar fe de la vida”. “La fe si está bien vivida, va a ser siempre una luz a todas las circunstancias de nuestra existencia. Y la esperanza en la vida eterna, el saber dónde colocamos a nuestros seres queridos. Saber que nos estamos solos y que Dios se encarna por algo”, señala.

Sobre el motivo de las celebraciones navideñas, subraya no olvidar que es la fiesta de la Encarnación del Hijo de Dios y su Natividad, “el acontecimiento más grande de la historia del universo”.

Además de ofrecer esta charla-coloquio como ayuda en esta situación, el Delegado diocesano de salud recuerda que en la Archidiócesis existe el Centro de acompañamiento en el duelo, disponible para quienes necesiten la compañía humana y profesional de experimentar y “saber que no estamos solos” y afrontar el dolor sintiendo “la presencia salvadora y acompañante de Dios en nuestra vida”.

Paqui Pallarés