Fecha de publicación: 5 de agosto de 2022

El origen se atribuye a la época del papado de Liberio (352 – 366). Según una tradición, en el siglo IV vivía en Roma una piadosa pareja. Habían sido bendecidos con abundancia de bienes y también de fe. Sin embargo, su gran dolor era no tener hijos con los que pudieran compartir sus dones. Durante años habían rezado por un hijo y heredero. En esta situación pasaron muchos años sin ningún resultado; él se llamaba Juan Patricio mientras que el nombre de su esposa se desconoce. Se atribuía gran caridad hacia los demás y eran en extremo devotos de la Madre de Jesus, y no sabiendo a quien dejarle su enorme fortuna, le rezaron con devoción para que los guiara en la asignación de la herencia.
La tradición católica cuenta que la Virgen se manifestó ante ellos y les indicó que, allá donde señalara, se le construyese el templo. Así, en la mañana de un 5 de agosto, amaneció nevado el monte Esquilino de Roma, lo que, como hecho extraordinario, el matrimonio interpretó voluntad de la Virgen y así lo hizo saber al Papa.

Otras versiones afirman que la Virgen les agradeció sobremanera y la noche del 4 de agosto, se le apareció a Juan Patricio y a su esposa, diciéndoles que deseaba que construyeran una basílica en el Monte Esquilino (una de las siete colinas de Roma), en el punto preciso que ella señalaría con una nevada. También se le apareció al Papa Liberio con el mismo mensaje. En la mañana siguiente, el 5 de agosto, mientras brillaba el sol en pleno verano, la ciudad quedó sorprendida al ver un terreno nevado en el Monte Esquilino. La pareja, feliz, se apresuró al lugar y el Papa Liberio marchó hacia el mismo en solemne procesión. La nieve cubrió exactamente el espacio que debía ser utilizado para la basílica y desapareció una vez señalado el lugar.

La obra se concluyo un año después, con la financiación de la familia patricia y el apoyo eclesiástico. La iglesia desapareció no mucho tiempo después, y se reconstruyó por el Papa Sixto III alrededor del año 434, siendo en la actualidad la Basílica de Santa María la Mayor, por lo que hoy se celebra la Memoria facultativa de la Dedicación de la Basílica de Santa María la Mayor.

La fama de la Virgen Blanca en Granad se remonta a un hecho milagroso ocurrido hacia el año 1717. El 5 de agosto de ese año el sacerdote Martín de Mérida atravesaba la montaña viniendo desde las Alpujarras. Este, junto a su acompañante, fueron sorprendidos por una tormenta de nieve en pleno verano. Fue entonces cuando, de rodillas, el presbítero granadino imploró la ayuda de Nuestra Señora.

La Virgen se le apareció al sacerdote custodiada por dos ángeles. Entonces el temporal cesó y ambos quedaron salvados del peligro. La diócesis construyó entonces una ermita en el lugar de la aparición, que acabó destruida con el paso del tiempo debido a la situación climatológica de la zona. Desde entonces la Virgen de las Nieves es considerada patrona de Sierra Nevada.