En cada continente millones de familias y personas se ven obligadas a huir, entre otros tantos peligros, del hambre, la guerra, la pobreza y la explotación, con el anhelo de buscar un lugar seguro donde poder construir una vida mejor para ellos y sus seres queridos.
Retos que plantea el Papa ante las migraciones
Acogemos las justas demandas de estas personas que llaman a nuestras puertas, y a quienes en este momento acompañamos desde las parroquias y otras entidades, sobre todo cuando lamentablemente quedan fuera de los dispositivos de acogida y viviendo con graves incertidumbres legales.
En esta jornada invitamos a todos a buscar con urgencia vías eficaces, solidarias y creativas para acoger los retos que el Papa Francisco lanza con el fin de atender a quienes escapan de las graves crisis humanitarias:
“Incrementar y simplificar la concesión de visados,
adoptar programas de patrocinio privado y comunitario,
abrir corredores humanitarios para los refugiados más vulnerables,
ofrecer un alojamiento adecuado y decoroso,
garantizar la seguridad personal y el acceso a los servicios básicos,
asegurar asistencia consular,
el derecho a tener siempre consigo los documentos personales de identidad,
un acceso equitativo a la justicia,
la posibilidad de abrir cuentas bancarias y la garantía de lo básico para la subsistencia vital,
darles la posibilidad de movimiento y la posibilidad de trabajar,
proteger a los menores de edad y asegurarles el acceso regular a la educación,
prever programas de custodia temporal o de acogida,
garantizar la libertad religiosa,
promover la inserción social,
favorecer la reagrupación familiar y preparar a las comunidades para los procesos integrativos” (FT n. 130).
Nota de los obispos de la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y movilidad humana