Fecha de publicación: 8 de julio de 2022

La imaginación es importante para usted.

Lo es, bastante, y para la Iglesia especialmente en un sentido práctico a la hora de entrar en contacto con la gente. Puedes comunicarte mediante el arte, la música o la poesía, recordando que estamos hechos a imagen de Dios como creadores.

Es algo en lo que creía Tolkien. ¡Él escribió un poema al respecto cuando estaba tratando de convertir a C.S. Lewis al cristianismo! En este congreso he querido repasar la historia de la idea de imaginación en el Biblia, pasando por Dante y la filosofía medieval, hasta terminar en los románticos. He dado siempre una perspectiva positiva de la imaginación, porque esta puede ser también negativa, evidentemente.

Según ha afirmado, esto es algo que también compartimos con la tradición islámica.

En el simposio hemos recordado el diálogo ecuménico que los cristianos llevamos a cabo con otras tradiciones. He hablado de Ibn Arabi, un místico sufí del medioevo que nació en Murcia. Era muy neoplatónico y creo que uno de uno de los personajes islámicos más cercanos al modo de pensamiento cristiano. Tiene una idea muy clara de la imaginación como un lugar en el que recibimos visiones de Dios y donde podemos ver la Creación como un signo divino. Aunque no soy una experta en islamismo, sino solo una teóloga cristiana, explico cómo casan sus ideas con algunas ideas de la teología cristiana de la Creación como un signo que nos lleva a Dios.

En este congreso también me he referido a Nicolás de Cusa. Era un teólogo cristiano del s. XV muy importante debido a su teología sobre la Creación y la capacidad creativa del hombre. Escribió sobre un encuentro imaginado entre gente de todo tipo de tradiciones religiosas en el Cielo. Allí se convencían de la verdad del cristianismo desde el amor y de una manera muy interesante. Escribió esto justo después de la caída de Bizancio en 1453 a manos de los musulmanes. Con ello trató de encontrar un camino de reconciliación entre las religiones.

La imaginación es pues una herramienta que nos encamina a Dios…

Teológicamente, podemos aprender que la imaginación es un vehículo que ayuda a hablar de la verdad. Podemos hacer apología de ello. Creo que para poder convertir a la gente en un mundo secularizado el uso de la imaginación es muy importante y, por lo tanto, podemos aprender también de la creencia islámica este uso de la imaginación como medio para hablar de la verdad.

La imaginación nos permite mirar más allá de nosotros mismos. Nos abre. Desde mi punto de vista, la imaginación habla tanto de lo irreal sino de lo real. Es capaz de ensanchar tu capacidad de compasión, tu visión del mundo y contribuyendo a que te des cuenta de que el mundo es algo más que aquello que podemos ver.

Las personas son más que aquello que pueden ver, son un misterio profundo, y necesitas de la imaginación para descubrir este sentido religioso del mundo.

¿Para usted es importante incentivar el diálogo entre cristianos y musulmanes?

Creo que cuanto más en serio nos tomemos la fe ajena, mejor. No creo en una especie de diálogo que pretende que todos pensamos igual. No es así. ¡Ellos no creen en la Trinidad y nosotros sí que creemos! No pretendo abogar por una especie de diálogo que no admita las diferencias, pero sí que hay formas, especialmente en la tradición sufí, que se aproximan a las ideas cristianas. Creo que cuanto mejor entendamos eso, más nos entenderemos entre nosotros.

Si Dios es la verdad, hay elementos de verdad en cualquier búsqueda de Dios. Me parece fundamental reconocer y respetar esos signos de verdad cuando los encontramos. No pensamos igual pero podemos toparnos con elementos de valor en cada tradición.

¿Qué podemos aprender los cristianos de la tradición musulmana?

Creo que podemos aprender de sus prácticas la importancia de la práctica, de cumplir con nuestras tradiciones. Yo vengo de Inglaterra donde hay un distanciamiento de nuestras formas litúrgicas, de nuestras creencias. Dentro de la secularización, creemos que debemos abandonarlas. El Islam no hace eso, sino que se aferra a sus prácticas y eso es importante.

Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social