Carta de Navidad del Arciprestazgo de Cartuja. 

Abrimos los ojos y contemplamos:

Después de la pandemia y la gran crisis mundial que provocó, llegan nuevos acontecimientos a alargar la sensación de desprotección, vulnerabilidad e impotencia: la guerra de Ucrania, la crisis energética, la inflación, el encarecimiento de los alimentos, el difícil acceso a la vivienda, la crisis migratoria, los desastres naturales… Junto a esta realidad el número de personas que en nuestras ciudades, pueblos, barrios malviven; con escasos recursos con dificultades para acceder a los derechos básicos y fundamentales que disfrutamos el resto de ciudadanos, es una realidad más a la que nos acostumbramos, y sobre todo en el distrito norte de nuestra Granada preciosa, mientras, las oportunidades de salir del circulo de la pobreza y exclusión se hacen cada vez más difíciles.

Esta realidad se agrava en nuestro Arciprestazgo, estando en crisis permanente. Los derechos, las oportunidades tardan más en llegar a nuestro distrito norte. Las familias y personas que vivimos en estos barrios, nos vamos quedando al margen de los sueños y las expectativas de proyectos e ilusiones que impulsan el desarrollo integral humano y el sentido de la vida; la exclusión cada vez más severa que nos lleva a mayor deterioro psico-emocional, con mayor dificultad para superarse y sanar. Nos quedamos sin vivienda porque es un lujo, tenemos que elegir diariamente si pagar alquiler, suministros o comer, sufrimos los cortes de luz diariamente aun haciendo el esfuerzo de pagarla, y ahora competimos en las oportunidades con los sin papeles (personas que vienen de otros países huyendo de guerras, violencia y hambre con situación administrativa irregular, sin derechos) y todos en las periferias de la sociedad.

Nuestro camino personal y único es alumbrado por todas las miradas que se van posando en nuestro rostro, en nuestra persona, y para los cristianos queremos dejarnos mirar para ver al estilo de Jesus, que nos dice “sed misericordiosos, no juzguéis, no condenéis, … dad y se os dará…” En esta capacidad de ver nos lo jugamos todo, nuestra vida desde nuestra forma de ser y estar en distrito norte y nuestro ver la realidad desde la mirada de Dios, una mirada renovada por la caridad, un amor que lo da todo, lo comprende todo, lo perdona todo. Jesus nos invita a mirar con los ojos del corazón.

No pasemos de largo la vida sin verla, enfoquemos la mirada y pongámonos en marcha respondiendo a la pregunta que nos hace Jesus ¿Qué quieres que haga por ti?

Nuestra tarea como Cáritas en el Arciprestazgo no es solo cubrir las necesidades, sino descubrir las posibilidades, y con esto abrir caminos de esperanza. La esperanza es audaz, sabe mirar más allá de nosotros mismos para abrirse a grandes ideales (para los cristianos los ideales del Reino de Dios) que hacen la vida más bella y digna.

FELIZ NAVIDAD – FELIZ CAMINAR y ALUMBRAR JUNTOS EN ESPERANZA

Arciprestazgo Cartuja
Navidad 2023