Fecha de publicación: 2 de marzo de 2020

El Programa de Empleo de Cáritas Diocesana de Granada pone al servicio de las personas, especialmente de las más vulnerables, diferentes herramientas para mejorar la empleabilidad y facilitar su acceso al mercado laboral. Muestra de ello son los talleres de inclusión sociolaboral. Mediante la actividad ocupacional, los participantes adquieren habilidades sociales y laborales necesarias para iniciar posteriormente una formación de mayor intensidad e iniciar una búsqueda activa de empleo.

Gracias a esta iniciativa, en 2019 un total de 21 personas desempleadas han tenido la oportunidad de mejorar sus competencias y formarse a nivel básico en especialidades de artes gráficas, más concretamente en encuadernación artesanal, diseño gráfico y serigrafía.

Como señala Sofía Blasco, responsable del Programa de Empleo “en estos espacios se trabaja aspectos tan básicos como las habilidades sociales, el trabajo en equipo, cumplir con un horario y desarrollar una actividad que posibilite recuperar la autoestima y seguridad”. Y añade “es un programa muy necesario para personas que están saliendo de situaciones difíciles, como el desempleo de muy larga duración, una situación de maltrato o personas que se encuentran en situación de sin hogar. Los talleres ofrecen un espacio donde a la vez que se recuperan de esas situaciones, se sienten útiles aprendiendo y realizando trabajos, en un ambiente que les motiva, se sienten valorados y entablan relaciones con los compañeros”.

En los talleres, la mayoría de los participantes son hombres (76%), de nacionalidad española con una media de edad en torno a los 40 años. Algunos se encuentran en situación de sin hogar y la mayoría presentan pocas posibilidades de acceder al mercado laboral. La necesidad de ampliar su formación es imperativa y en muchos casos el trabajar competencias laborales tan básicas como la escucha activa, el orden y la organización en las tareas, el trabajo en equipo, la resolución de conflictos, la propia responsabilidad, o la tolerancia al estrés.

Durante el periodo formativo que fluctúa entre 3 y 6 meses, según la evaluación de las trabajadoras sociales y psicólogas acompañantes, el alumnado percibe una ayuda económica para cubrir sus necesidades más básicas. Muchos de ellos han agotado las ayudas sociales y apenas disponen de recursos para su manutención.

Para Sofía “detrás de un uniforme, un libro, una carpeta, está el trabajo de personas que escuchan, forman, motivan y animan a que personas en situación de exclusión social se recuperen, aprendan habilidades sociales y laborales e inicien un futuro”. Y enfatiza “estamos muy contentos porque cinco de los participantes ya han encontrado un trabajo y esperamos que dentro de poco sean muchos más”.

Gracias a la colaboración de empresas y entidades, los talleres cuentan con una amplia cartera de clientes que permite la formación durante todo el curso. Medio centenar son clientes habituales de los servicios de imprenta digital, serigrafía, rotulación, o el diseño de artículos especializados. Como explica Juan Jesús Ocaña, monitor del taller “en nuestros talleres ofrecemos un servicio rápido y de calidad con una relación calidad-precio muy competitiva. Los artículos más demandados son serigrafiado de vestuario, tazas, carpetas, restauración de libros, bolígrafos, marca páginas, pulseras de tela y colgantes promocionales, chapas, etc.”

Dichas actividades generan a su vez beneficios que Cáritas reinvierte en sus propios programas. En el último año la producción ha supuesto unos ingresos de cerca de 86.000 euros. De este modo los propios participantes, receptores de recursos y ayudas económicas, generan a su vez en sus procesos formativos nuevos recursos para Cáritas.

El proyecto cuenta con la dedicación de 3 monitores (técnico en serigrafia, técnico en encuadernación y técnico en diseño gráfico), y la cofinanciación de organismos públicos, como la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía y la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado que aportan el 30% de los 151.146 euros invertidos en 2019.