Las jornadas contaron con más de 50 asistentes procedentes de diversas realidades pastorales, congregando principalmente a distintos profesores de religión, catequistas parroquiales y formadores que trabajan con jóvenes. El transcurso de estas charlas sirvió para profundizar de una manera novedosa y creativa sobre el problema de la nueva evangelización entre los jóvenes, desde perspectivas como la educación de la interioridad, el arte del patrimonio religioso y la música.
D. Javier Ortega Beltrán, nuevo Delegado de Pastoral Juvenil, refirió que la intención de estas jornadas pasaba por dar a conocer “que hay otras nuevas perspectivas, otras formas de acercarse a los jóvenes, y no solo a través de la tecnología, las pantallas o las redes sociales, sino desde la experiencia, acercándose a cómo la gente vive, pues la final lo importante es la persona”.
Los elegidos para profundizar desde su experiencia fueron un doctor en Historia del Arte, Isaac Palomino; un profesor de secundaria y dibujante, Agustín de la Torre Zarazaga, y una consagrada y periodista, Mariola López Villanueva.
Fue precisamente Mariola López Villanueva, religiosa del Sagrado Corazón de Jesús y profesora de Sagrada Escritura en la Facultad de Teología de Granada, una de las encargadas de encabezar una de las charlas principales de las jornadas. Con el título “Dios nos sueña Desplegados”, habló de la importancia de la interiorización a la hora de poder mantener la presencia de Dios en medio de este mundo tan saturado que vivimos, de tomar consciencia del amor de Dios que envuelve la vida de cada persona: “Les hablaba de una anécdota de un pez que se topa con otro que va con prisa y le pregunta, ‘¡oye, tranquilo! ¿pero adónde vas?’ y el otro responde, ‘déjame, que estoy buscando el océano’”.
De este modo, López Villanueva hacia patente toda la serie de dificultades con que se topan los jóvenes a la hora de poder realizar el plan de Dios, “el sueño de Dios”, su vocación, dentro de un mundo que les sobre-estimula con muchos mensajes, que les invita a hacer zapping y en el que encuentran una dificultad en poder pararse y tomar decisiones.
La vida de un joven puede estar llena de etapas que vienen a ser como las estaciones del año. “Los jóvenes están en la primavera, que es un tiempo de autoafirmación; necesitan mucha afirmación de fuera y su imagen es importante en su viaje hacia al interior”. Sería precisamente ahí en donde también aparecerían las preguntas por la identidad, ese “¿quién soy yo? ¿para qué estoy hecho?”, en donde resulta muy importante hacerles entender que son seres amados tal y como son, y hechos para amar, para donarse.
“Varios de los ponentes”, remarcó d. Javier Ortega, “hicieron hincapié en el lenguaje que utilizamos. Coincidieron en que habría que intentar amoldarnos a una generación que no conecta ya con parte de nuestro lenguaje. Lo que decimos y cómo lo decimos a veces puede sonar anticuado. Puede rechinarnos a nosotros, pero a los jóvenes les suena anticuado y no conectan”.
Resultó novedoso en ese sentido el concierto de clausura que dieron dos artistas de rap católico, Fresh Sánchez y Black Soul. Los dos raperos, con el único recurso de su voz y de su presencia en el escenario, trataron de conectar la importancia de la experiencia vital cristiana, recogida en sus letras, dentro de un lenguaje musical como el rap, en alza desde hace años.
Las jornadas transcurrieron así en comunión con las intenciones del Sínodo de los Jóvenes terminado hace pocos días en el Vaticano, en donde los Padres Sinodales recalcaron su propósito de ayudar a los jóvenes dentro del nuevo contexto: “para que vuestras esperanzas se transformen en ideales (…) para que vuestros sueños se hagan realidad en vuestra existencia y en la historia humana”.
Ignacio Álvarez
Delegación de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada