“El mayor orgullo que tengo es ser hospitalaria. Me la vida en mi vida”. Adela, como presidenta de los Hospitalidad Granadina de Lourdes, no es distinta del resto de hospitalarios que viajan esta próxima semana al santuario francés para volver a acompañar a los enfermos en su visita a la Santísima Virgen.
Ella es una más de las decenas hospitalarios que acompañarán a este pequeño grupo de enfermos que quiere disfrutar de la presencia especial de Nuestra Señora de Lourdes. Cada uno de ellos paga su viaje para estar allí ayudando a los enfermos a levantarse, vestirse, ducharse, darles de comer, llevarles y traerles de aquí para allá; en definitiva, hacer posible que puedan pisar de nuevo este santuario mariano.
El programa establecido incluye la visita a la gruta, largos ratos de oración y adoración al Santísimo, el paso del agua de los enfermos, encuentros con otras hospitalidades, además por supuesto de la participación de la Eucaristía y la tradicional procesión de las antorchas.
ORACIÓN, ACEPTACIÓN… Y SANACIÓN
Los enfermos que acuden buscan esa misma alegría y consuelo impensables que se encuentra en un lugar como Lourdes, con un realismo y capacidad de aceptación únicos pese a las adversidades. “Una persona que está en una silla de ruedas de toda la vida, pues sabe que no tiene cura, pero sí va con el espíritu de le de paciencia, de aceptar las cosas como vienen, porque la vida no es para todo el mundo de color de rosa y para ellos menos”, explica la presidenta.
Sin negar esa aceptación de la enfermedad, siempre hay un deseo latente de sanación, de vivir un milagro, de esos que siguen ocurriendo en Lourdes. Así fue el caso de una religiosa italiana que acudió al santuario en silla de ruedas. “Después de la procesión con el Santísimo, cuando llegó al hotel donde se alojaban, dijo que empezaba a sentirse mejor y con fuerzas. En un momento dado lo intentó, se levantó y sigue andando a día de hoy”, nos cuenta Adela.
Con este espíritu acudirán a Lourdes los peregrinos, hospitalarios y enfermos que conforman el grupo. Juntos emprenderán el camino de regreso el próximo jueves 7 de julio, distintos seguro a cómo estaban antes de pisar este lugar especialmente bendecido por la Virgen María.
Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social