Mes y medio largo, con la Semana Santa y la Pascua de por medio, es lo que llevan ya los internos de los centros penitenciarios de Granada sin poder recibir visitas, tampoco del capellán ni de los voluntarios de la Pastoral Penitenciaria.

En un comunicado interno a los capellanes de las prisiones, la Conferencia Episcopal Española anima a la colaboración y a ponerse en disposición de servicio con los centros penitenciarios durante el confinamiento, dentro de la “responsabilidad social y colectiva” en lo que a la protección frente a la pandemia se refiere.

La instrucción es que son los propios internos los que deben de pedir la asistencia expresa del capellán. “Yo he propuesto incluso poder hablar con cristal de por medio y un teléfono y no se puede”, confiesa el delegado de la Pastoral Penitenciaria, D. Sorin Catrinescu, que ya afirma haber hecho su parte para mostrar su disponibilidad dentro de las normas fijadas.

A falta de este contacto mientras dure el presente estado de alarma, el capellán de prisiones confiesa mantener contacto con los funcionarios y familiares de internos. “Yo hablé con el director de la prisión de aquí y me dice que los internos no nos solicitan. Ahora ¿ellos saben que pueden pedir hablar con nosotros?”, se pregunta el delegado.

LA CARTA A LOS INTERNOS
Si bien guardando esta distancia prudencial durante el estado de alarma, los responsables de la Delegación de la Pastoral Penitenciaria a escala nacional sí que han instado a “cuidar y acompañar el voluntariado en este tiempo”. Un medio disponible en ese sentido autorizado sería el envío de materiales de formación, de oración o medios similares, para poder seguir en contacto con los internos durante el confinamiento.

En ese sentido, la Pastoral Penitenciaria de Granada envió una carta para que los funcionarios del centro penitenciario puedan leer en voz alta a los internos, felicitándoles la Pascua y haciéndoles notar su cercanía y oración. “En cuanto a la pandemia que estamos viviendo, queremos insistir en que os cuidéis mucho”, les dicen en la carta, “pero también que evitéis que el temor se trasforme en miedo. Os aconsejamos que os distanciéis de las noticias catastróficas que presentan a diario, para no caer en la dinámica destructiva del miedo”, dice la carta al tiempo que les recomiendan poder dejarse acompañar por los textos de la Pasión y Resurrección del Señor.

A la espera de la desescalada del confinamiento, la Pastoral Penitenciaria sigue poniéndose a disposición del centro penitenciario y orando por ellos.

Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada