Fecha de publicación: 23 de diciembre de 2019

Si bien prevista para las 18 horas, la salida en procesión desde la parroquia de San Gil y Santa Ana con esta luz que nos recuerda la llegada del Hijo de Dios a la tierra, tuvo que cancelarse en el último momento debido a las constantes precipitaciones que cayeron a lo largo de todo el día en el centro de la ciudad.

No obstante, los grupos de parroquias, movimientos y familias no dejaron que se les aguara la fiesta y celebraron el posterior momento de encuentro y oración con la llama en la S.I. Catedral a las 20 horas.

El candil portado por grupos de scouts de Granada entró en el templo catedralicio y fue presentado ante el Arzobispo de Granada, D. Javier Martínez, que afirmó que la Luz de la Paz de Belén venía a encender “deseos de santidad” entre todos.

La luz hacía entrada en una Catedral a oscuras, que hacía visible la llama para toda la Asamblea, fomentando un clima de intimidad y familiaridad. “Estamos a oscuras, aunque no del todo. Podríamos imaginarnos por un momento lo que sería estar a oscuras del todo. ¿Qué sería si no hubiera ninguna luz en la vida?” afirmó el Arzobispo ante la llegada del candil scout.

La lectura de la Palabra de Dios daba una pista abierta sobre la pregunta, leyendo el Misterio de la Anunciación a María. “Ese es el momento que ha cambiado el mundo, es el centro de la Historia”, dijo D. Javier Martínez. “Sucedió que vino el Hijo de hombre, se hizo amigo nuestro”.

“¡JESÚS ES NUESTRA LUZ!”

La catequesis de D. Javier a los niños se convirtió en un recital de cantos y gritos, en el que los más pequeños no dejaron de ser el centro. Un grito se escuchó unánime y repetido en la Catedral: “¡Tú, Jesús, eres nuestra luz!”.

Desde la oscuridad, se procedió al alumbramiento de los candiles y faroles traídos por cada uno de los fieles asistentes. Poco a poco, la luz se fue expandiendo por toda la asamblea. “Enciende una luz/y déjala brillar/es la luz de Jesús/que brille en todo lugar”, cantaban todos.

Alumbrados los candiles, el Arzobispo de Granada terminó recordando la invitación del Papa Francisco a que vivamos en un mundo de hermanos. “La manera de cambiar el mundo es justamente como lo ha cambiado el Señor, queriéndonos más, aprendiendo a querernos. Aprendiendo a perdonarnos. Esa es la luz de Jesús”, terminó diciendo.

Después de unirse en una cadena y orar juntos, todos los grupos de parroquias, familias y movimientos scouts salieron a las calles o de vuelta a sus casas con esta llama de la Navidad.

Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada