Comienza este fin de semana en Madrid el Congreso nacional de laicos, convocado por la Conferencia Episcopal Española, con el lema “Pueblo de Dios en salida”. Es un camino que ahora comienza, para revitalizar la presencia y participación en la vida de la Iglesia del laico. Una propuesta para tomar conciencia del ser Iglesia desde el laicado, de la mano y acompañados también por otros estados de vida, en un camino como familia y pueblo que es la condición del ser cristiano. Al mismo tiempo, se retoma el impulso a la Delegación de Apostolado Seglar, que cuenta desde este curso con nuevos delegados. Conversamos con ellos, Jonel Vásquez y Aura Domínguez, procedentes de República Dominica y viviendo actualmente en Granada, donde han acudido para estar junto a su hijo que ha llegado a nuestra ciudad para estudiar Informática.
– Qué es el Apostolado Seglar.
Ha sido un ofrecimiento que se nos ha propuesto y disponemos de tiempo y de ese deseo de hacerlo y hemos dicho al Señor que sí. El Apostolado Seglar está dentro
–digamos- de la “sombrilla” de la Pastoral Familiar. Todos nacemos en una familia y luego algunos optamos por eso: por construir una. El Apostolado Seglar vendría a ser ese organismo que hace la función de puente o vinculador, entre lo que son las ideas y todo lo que quiere transmitir y difundir las orientaciones del obispo, y lo que es el sentir y las realidad de todo el laicado. Realmente, laicos somos todos. Todos ingresamos en la Iglesia como laicos. Una vez nos bautizan, pertenecemos al Pueblo de Dios. A partir de ahí, que se va madurando en la fe, y se empiezan a decidir por esas vocaciones, entonces se pasa a ser sacerdotes o religiosos. Y cuando decidimos permanecer dentro de la Iglesia con un papel activo, somos eso: laicos o seglares, que también es otro nombre que se utiliza.
– En la Iglesia hay una imagen que habitualmente se tiene y es la de, por un lado, la jerarquía (con el Papa, los obispos, sacerdotes, etc) y, por otro lado, los laicos. Pero eso no es así, ¿no? En la Iglesia no hay status.
Exactamente. Esa es una de las misiones que no ha partido de nosotros, sino del mismo obispo. Que entendamos que toda la estructura de la Iglesia es una estructura de apoyo. Que no se coloca encima, sino debajo, como soporte y como guía, como un “conducir”; que tenemos ese privilegio. Que hay un hilo conductor de este Cristo hasta el día de hoy, a través de toda la estructura de la Iglesia. Y nosotros somos esa parte activa permanente. La Iglesia somos todos y la matemática ayuda: un párroco o un sacerdote es uno o puede haber dos en una parroquia, pero todo ese pueblo que es el laicado si no lo toma en sus manos y lo hace vida, ese proyecto que es vivir una vida en Cristo y darla a conocer al mundo, y que esta es la realidad para salvarse; si no lo asumimos nosotros, cada quien, en su manera particular, no dentro de la iglesia, sino en la realidad que cada uno vivimos, no va a hacerse realidad.
– Es una pertenencia a la Iglesia. Y en la Iglesia hablamos de servicio a la hora de construir el Pueblo de Dios. En el Apostolado Seglar cuáles son vuestras intenciones o deseos para revitalizarlo en nuestra diócesis.
Cuando nos reunimos para que el Señor obispo nos explicara un poco cuál era su idea, él hizo mucho énfasis en que dentro de la Diócesis (la diócesis de Granada es muy rica en movimientos, asociaciones y distintas realidades) eso está y que se mantuvieran con ese mismo vínculo con lo que es su visión del plan pastoral; también dijo que hay muchas personas que, dentro de su realidad parroquial o en general en la Iglesia, no han encontrado ese lugar. Nuestro obispo dijo que quiere que el Apostolado Seglar sea ese lugar que los represente y que escuchemos cuáles son sus realidades y deseos, para poner a disposición de la Iglesia esos dones. En la Iglesia no solamente venimos a servir. Venimos a ser vida comunitaria. Es decir, no hago nada con ir a la parroquia, con leer las lecturas y ayudar al párroco, y después que no tenga un tipo de pertenencia, de estar en familia. Porque, al fin y al cabo, esto es Iglesia, una familia ampliada de lo que es la nuestra.
– Tenéis una tarea con el Congreso nacional de laicos, que se celebra este fin de semana en Madrid. Su lema es “Pueblo de Dios en salida”. Recuerda al Papa Francisco y su mensaje de ser una “Iglesia en salida” y no quedarse en nuestro entorno cómodamente. Cómo os habéis preparado para ese Congreso.
Aunque las reuniones con todos es en febrero, el Congreso lleva ya un tiempo trabajando. Hay una iniciativa que, como bien dices, ha partido del Papa de revitalizar esa Iglesia; de poder reflexionar para en base a las realidades que se reflexionen empezar a construir. Es decir, validar lo que está bien pero también ver lo que no funciona. Tener una apertura a ese cambio constante que genere el Espíritu dentro de la Iglesia. Inicialmente, se inicia un cuestionario que nos invita a reflexionar las distintas áreas de lo que es el primer anuncio, la parte de formación que todos pasamos dentro de nuestra vida, una vida pública, y un acompañamiento. Se van a trabajar esos itinerarios. Esos itinerarios que se van a trabajar parten de los cuestionarios de todas las asociaciones, movimientos… que se han rellenado en grupos de trabajo o de manera individual, y se ha enviado a cada diócesis, para que la diócesis saque un resumen. En nuestro caso, la diócesis ha enviado un resumen de 90 páginas. Ha sido una riqueza grande.
– Quiénes sois los que vais a participar en este Congreso, en representación de la Diócesis.
Hay un límite de plazas que se le concedió a la diócesis, que es el máximo que daban: 20 personas. Para elegirlos, muchas de las personas que van en la comisión no tienen representante nacional, y hemos dado la oportunidad a otras realidades que no tienen representación a nivel nacional para que estén con nosotros dentro del grupo de trabajo, que no se limita sólo a estas 20 personas. Las distintas realidades de Granada también están trabajando. Por ejemplo, tenemos la HOAC, la Hermandad del Santo Sepulcro, el Grupo de San Francisco, los redentoristas, la Pastoral Familiar, la Pastoral de Educación, la Pastoral Universitaria, la Federación de Hermandades y Cofradías, los focolares, el Verbum Dei, la Comunidad Shalom…
Esto es un grupo de trabajo permanente, porque la idea es que todo lo que allí surge, de ahí van a salir unos lineamentos de acción, que nos van qué es lo que tenemos que continuar haciendo y que empezar a implementar en las distintas realidades.
Paqui Pallarés
Directora Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada