Fecha de publicación: 30 de diciembre de 2019

Esta parroquia situada en el corazón del barrio del Almanjáyar fue la elegida para albergar esta vigilia de oración en la festividad de los Santos Inocentes. “Hoy sigue habiendo nuevos Herodes y nuevos Santos Inocentes”, comenzaba diciendo la Delegada de la Pastoral Familiar, Soledad Serrano. “Son aquellos niños a los que no se les ha dado la oportunidad de nacer porque tienen alguna enfermedad, porque no son esperados; aquellos a los que se les ha robado su infancia y son utilizados como soldados o esclavizados en trabajos inhumanos, también aquellos inocentes que son abusados y prostituidos”.

El Arzobispo de Granada, D. Javier Martínez, recordó a continuación la importancia de este Misterio de los Santos Inocentes para los hombres y mujeres de toda época de cualquier raza o cultura habidas la historia humana. “La fiesta de los Santos Inocentes nos hace reconocer en todos los que han sufrido alguna injusticia, del tipo que sea, una verdad que está puesta de manifiesto en el Misterio de la Encarnación”, afirmó el Arzobispo. “Nada de lo que sucede en la historia permanece al margen de la historia de la Salvación, del amor infinito de Jesucristo”.

En esa clave y en ese espíritu, Mons. Martínez recordó su intención de erigir un templo en Granada dedicado a estos Santos Inocentes, “porque todos, de alguna manera o de otra, hemos sido alguna vez víctima de alguna injusticia”, reiteró. “Pensar que ese dolor lo ha recogido ya el Señor, lo tiene recogido ya el Señor, en su Misericordia infinita, es lo único que nos hace ser libres de nuestra historia, libres de nuestro pasado, libres de las circunstancias, con la libertad gloriosa de los Hijos de Dios”.

LOS NO MIRADOS, LOS NO QUERIDOS

Una vez proclamada la lectura de la fiesta de los Santos Inocentes, el párroco de la iglesia de la Sagrada Familia, D. Manuel Mingorance, dirigió unas palabras en las que recordó la herida de la invisibilidad de muchos de estos inocentes. “Muchas veces pasamos por los sitios y no vemos muchas realidades que otras personas en cambio sí que ven. Y podemos tener la experiencia, cada uno de nosotros también, de no ser vistos, de no ser valorados, de no ser tenidos en cuenta, y posiblemente hay millones de niños y niñas en este mundo que no son vistos”.

En un rato de silencio e intercediendo por todos estos inocentes, la asamblea reunida pudo pedir en su oración por la vida de todos estos inocentes marcados por la invisibilidad del mundo, por invitación del párroco. “Que Él les mire, porque Él les mira, pero para que ellos sientan esa mirada tierna del Señor”, concluyó.

Después del rato de oración y el canto de algunos villancicos celebrando la alegría de la Navidad, esta solemne vigilia en el Almanjáyar concluyó con unas palabras del consiliario de la Pastoral Familiar, D. Antonio Luis Martín, que quiso poner en valor la importancia de la familia en este contexto. “Todos los inocentes nacen en una familia, aunque no lleguen a nacer”, dijo. “Que sigamos trabajando por la familia, porque todos pertenecemos a una”.

Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada