Fecha de publicación: 31 de octubre de 2022

La muerte no es el final y aquellos que han fallecido, abrazados por el misterio redentor de Jesucristo, se encuentran a las puertas de la eternidad. La Iglesia católica fija siempre el día 2 de noviembre para conmemorar especialmente a todos estas personas que se encuentran a la espera de esa resurrección última.

“¡Los difuntos necesitan que recemos por ellos porque están vivos!”, explica el sacerdote hospitalico, D. Alfredo Arce, parte del equipo de sacerdotes que asiste al cementerio de San José. “Después de la muerte está el juicio y muchas personas necesitan purgar algo. Están en esa situación en la que nosotros podemos ayudarles a que realmente estén en la presencia de Dios”.

Por eso el día de los difuntos es, paradójicamente, una fiesta de la vida, en la que la Iglesia militante está llamada a interceder especialmente por la Iglesia purgante en su camino hacia Dios. Una oración que se expresa fundamentalmente en la Eucaristía, en la que Cristo mismo ofrece de nuevo su sacrificio por ellos.

SAN JOSÉ Y EL SACROMONTE

La capilla del cementerio de San José de Granada, que cuenta con un equipo de cuatro capellanes, albergará ese miércoles una Misa que presidirá el Vicario Territorial, D. Francisco Tejerizo. En ella se hace especial alusión a quienes han sido sepultados en este campo santo de Granada.

Otro de los lugares emblemáticos donde se celebrará una Eucaristía por los fieles difuntos será la Abadía del Sacromonte. Su párroco, D. Antonio Fernández-Siles, oficiará la Santa Misa en las Santas Cuevas. Después de ello, acudirán al cementerio para rezar un responso por todos los difuntos allí enterrados, entre los que se encuentran muchas personas vinculadas a la historia de la abadía desde su fundación.

Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social