Los profesores de Religión Católica de los colegios de Andalucía se reúnen este fin de semana en Granada, en el III Congreso del Profesorado de Religión Católica de Andalucía. Serán 600 los profesores que asistan, todo el aforo disponible, a un congreso que quiere poner de manifiesto que la de Religión es una asignatura para el siglo XXI.

Organizado por la Asamblea de Obispos del Sur de España, asistirán profesores de las 10 diócesis que hay en Andalucía para reflexionar sobre el actual panorama educativo y sus oportunidades, intercambiar experiencias y celebrar la fe. También quiere servir para revitalizar la identidad y misión del profesorado andaluz de Religión católica, abordar de manera actualizada los retos educativos desde la clase de Religión católica, y hacer visible que esta asignatura supone un gran beneficio para el sistema educativo y para la sociedad del siglo XXI.

A la inauguración han asistido el Arzobispo de Sevilla, Mons. José Ángel Saiz Meneses, en un mensaje grabado; el Arzobispo coadjutor de Granada, Mos. José María Gil Tamayo; el Obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández; el Obispo de Málaga, Mons. Jesús Catalá; el Obispo de Guadix, Mons. Francisco Jesús Orozco; y el Obispo de Huelva, Mons. Santiago Gómez, que, como delegado para la Enseñanza en la Asamblea de Obispos del Sur de España, ha sido el encargado de organizar el Congreso. También han asistido la Consejera de Desarrollo Educativo y Formación Profesional de la Junta de Andalucía, Patricia del Pozo y el Alcalde Granada, Francisco Cuenca.
En el Congreso habrá tres grandes ponencias. La primera, sobre la identidad y misión del profesor de Religión, a cargo de Mons. Alfonso Carrasco Rouco, presidente de la Comisión Episcopal para la Educación y la Cultura de la CEE. La segunda lleva por título “Educar para la esperanza en el enjambre digital. Retos y oportunidades del nuevo programa de Religión”, a cargo de Agustín Domingo Moratalla, profesor de la Universidad de Valencia. Y la tercera ponencia correrá a cargo de María Eugenia Gómez Sierra, profesora de la Universidad Complutense de Madrid, con el título “La Religión, pisando fuerte en un mundo digital”.

Junto a las ponencias, hay siete paneles o comunicaciones sobre los temas más diversos, desde las nuevas tecnologías aplicadas a la enseñanza de la asignatura de Religión, hasta la gamificación en el aula o la creación de contenidos TICs para la clase de Religión. Otras experiencias originales como la Gymkana Fernandina en Córdoba o la actividad ReliFlamenco, que lleva el flamenco a la clase de Religión, también serán presentadas.
Sin duda, se trata de un Congreso que quiere dar respuesta a los nuevos retos que debe afrontar la asignatura de Religión y que, lejos de ser la maría del colegio, la Religión es una asignatura para el siglo XXI, como reza el tema central del Congreso.

Una asignatura, además, que goza de gran aceptación entre padres y alumnos, ya que, lejos de lo que se pudiera pensar, es elegida, libremente y cada año, por la mayor parte de los alumnos y de los padres: el 80% en Primaria y el 65% en Secundaria. Una amplia mayoría que reconoce la importancia de estos contenidos, los valores que aporta y el buen hacer de un profesorado cualificado y que ejerce su profesión con gran vocación y con una actualización permanente.

UNA ASIGNATURA NECESARIA
Para el coordinador del Congreso, Juan Ortega, “nuestra sociedad está necesitada de este gran mensaje que nos hace crecer como personas y que se transmite sistemáticamente en nuestras clases de Religión”, porque “es sumamente necesaria para la formación integral de la persona”. Él, que ha sido delegado de Enseñanza durante muchos años en la diócesis de Asidonia-Jerez, les dice a los profesores que “lo apasionante es mantener la presencia académica de la Enseñanza Religiosa Escolar, adaptarla modélicamente a las reformas educativas, mantenerse en la vanguardia pedagógica y no cesar en el empeño de continuar ofreciendo a nuestros niños y jóvenes la posibilidad de descubrir la profundidad del ser humano y la capacidad trascendente de la que gozamos”.

De la misma opinión son otros tantos profesores, que se han manifestado públicamente en estos días previos al Congreso. Antonia Hidalgo, por ejemplo, desde Chiclana (Cádiz), comentaba que “la asignatura de Religión influye positivamente en los niños que la eligen” y Pilar Osuna, desde Montoro (Córdoba) ha hablado de su trabajo como “una vocación, un servicio y una llamada”.

También el Obispo de Huelva, que es el Obispo delegado para la Enseñanza en la Asamblea de Obispos del Sur de España, se ha pronunciado estos días sobre la asignatura de Religión y la labor que realizan los docentes. Mons. Santiago Gómez dice que el Congreso llega para “abordar los retos educativos que la clase de Religión tiene en el marco legal de la nueva ley de Educación, y para pensar cómo contribuir desde la enseñanza religiosa escolar a la mejora del sistema educativo y a la educación de las nuevas generaciones”. “La enseñanza religiosa escolar -dice- es un beneficio para todo el sistema educativo y para la sociedad del siglo XXI” y asegura que, contando con la “colaboración de todos los integrantes de la comunidad educativa, y sabiendo que estamos trabajando por el bien de los alumnos y de la sociedad, creo que la asignatura de Religión Católica en la escuela tiene un futuro ilusionante y fecundo”.

Pues eso, un Congreso que nos asegura que la de Religión es una asignatura para el siglo XXI. Y ciertamente lo es.

Antonio Gómez
ODISUR