Fecha de publicación: 25 de abril de 2022

La devoción de los ucranianos por su patrón se ha hecho notar en Granada. Consagrado como templo de oración por la paz, la iglesia de San Nicolás recibía la visita de dos familias ucranianas que celebraban allí por primera vez una Misa según el rito greco-católico.

Los cantos ucranianos y el sonido de una bandura rompían el silencio matutino del templo, ante el asombro de algunos de los turistas que pasaban por San Nicolás. “Para mí ha sido importantísimo concretizar y celebrar por primera vez con una comunidad ucraniana. Para nosotros era muy simbólico y un sentirse como nuestra casa”, nos cuenta Ostap Myronyuk, miembro de la comunidad greco-católica ucraniana y residente en Granada desde hace diez años.

Una de las dos familias presentes llegó a la diócesis hace apenas un mes, escapando de la guerra. El marido despidió a su esposa y a los dos niños en la frontera polaca, antes de regresar a las filas del ejército ucraniano. En esa mañana pedían especialmente por el fin de la guerra en Ucrania, entre cantos de alabanza al Cristo resucitado.

Esta liturgia fue fundada por San Juan Crisóstomo y es uno de los ritos más antiguos de la Iglesia de los primeros siglos. El rito bizantino enfatiza el diálogo de los fieles con el Señor a través del sacerdote, con un énfasis especial en la Resurrección de Jesucristo. “Es importante que haya una Misa por la Paz en Ucrania”, dice Svyatoslav Myronyuk, que presidió esta celebración a la que también acudieron varios españoles que acompañan a estas familias en Granada. “Las circunstancias son muy difíciles, los refugiados están preocupados por su asentamiento aquí y por su situación en general”.

Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social