Entrevista al nuevo director del Colegio Diocesano Virgen de Gracia, Juan Antonio Leyva, que asume esta responsabilidad tras la jubilación de su antecesora.

Juan Antonio Leyva el primero por la izquierda, en la presentación en rueda de prensa del proyecto de recuperación de los Seises, en el que está implicado el Colegio.

En julio, las aulas ya están vacías y los alumnos de vacaciones. Especialmente en el caso de los alumnos de Primaria y Secundaria, en este mes que anticipa a las vacaciones, sus docentes están preparando el nuevo curso escolar que llegará en septiembre.

En el colegio diocesano Virgen de Gracia las novedades llegaron en esa recta final del curso 2023-2024, ya que desde el pasado 1 de mayo hay nuevo director del centro: Juan Antonio Leyva, que sustituye a su anterior directora, Pilar Seoane, por motivos de jubilación.

— Has empezado una nueva etapa como director del Colegio diocesano Virgen de Gracia. Cómo afrontas esta nueva responsabilidad.

Con todos los líos, toda la turbulencia que supone el final de curso, pero con mucha ilusión, claro, por supuesto, porque se ha producido el cambio debido a la jubilación de la anterior directora.

El Colegio Diocesano Virgen de Gracia es muy conocido en Granada. Pero, en algunas pinceladas, para quienes no lo conozcan o no lo conozcan tanto, ¿cómo es el Colegio que ahora has pasado a dirigir? 

Es un colegio que está en el centro de Granada. Forma parte del Patronato San Juan de Ávila. Dentro de este Patronato es el centro que tiene todas las etapas, desde Infantil hasta Bachillerato, concertado. Y destaca por un sistema educativo pionero, innovador, con un equipo muy ilusionado, que eso hace que creo que somos referentes en la zona. La verdad es que estamos rodeados de colegios buenísimos, pero creo que somos referentes y tenemos muchas ganas de acoger, de evangelizar, de hacer que nuestros alumnos se llenen de humanismo en nuestras aulas, de amor por la verdad, por el conocimiento, por el esfuerzo, por Jesucristo. Y queremos ser una escuela de valores y yo creo que eso es lo que nos diferencia un poquito de los demás.

— Vuestra identidad…

Sí, sí, por supuesto. Además, nos sentimos muy orgullosos, nos sentimos más allá de las aulas, que estamos en una tarea evangelizadora y misionera de la Iglesia, concretamente de la Diócesis de Granada. Así que nos sentimos parte de una misión mucho más amplia y un estímulo para todos nosotros, claro.

— Cuéntanos algún hito del Colegio Diocesano Virgen de Gracia, porque hacías referencia a ese sistema educativo y esa forma de dar las clases que ha creado una seña. Habéis tenido acontecimientos muy destacados entre vuestro alumnado.

Sí. Todas las etapas están llenas de hitos, muy gratificantes para todos nosotros. En la etapa de Infantil, desde los más pequeños, empezamos con un trabajo basado con inteligencia múltiple, en estimulación temprana, un sistema que implica a los padres, que tiene metodología sacada de la neurociencia, y que ha demostrado que tiene resultados. Y este sistema de trabajo va subiendo por la etapa Primaria como un árbol, como esa raíz que parte de esas aportaciones que nos hace la ciencia, la neurociencia concretamente, y se va abriendo en toda la etapa hasta que al final, en Bachillerato, terminamos con selectividad. Es como lo que nos mide el estándar de nuestro proceso educativo. Este año han salido las notas de selectividad, hemos tenido unos resultados muy buenos. La gran mayoría de nuestros alumnos ha entrado en las carreras que querían, están muy contentos. Y para nosotros, como profesores, que lo hemos visto desde pequeñitos hasta que han pegado el salto al mundo universitario y, dentro de poco, al mundo laboral, para nosotros esa es la mayor satisfacción. Y luego, tenemos muchos más hitos con la orquesta y con otros proyectos que desarrollamos y que son una fuente de satisfacción para nosotros. 

— Has llegado al final de curso. ¿Con qué te has encontrado? Y ya de cara al próximo año, que tenéis previsto y qué tienes en tu mente como director.

Me he encontrado con esto de una inesperada, por así decirlo. Me he encontrado no sólo con la tarea del propio Colegio, sino con la propia tarea docente de terminar el curso. He sido, y seguiré siendo, profesor de Filosofía con los alumnos de Bachillerato. Y me he encontrado con ese gran desafío de un montón de cosas de repente. Y bueno, ha sido -te confieso- un poco de vértigo, porque aquí ha habido un equipo directivo muy bueno toda la etapa anterior, han dejado el listón muy alto, unos estándares de calidad muy altos y lo que vamos a hacer es continuar esa excelencia transformando nuestro espacio, nuestro currículum, nuestras formas de trabajar, nuestra cultura, de manera que vayamos acercándonos cada vez más a esa misión evangelizadora a través del amor por la verdad y por la educación. Así que, bueno, retos para el futuro hay muchos: implantar una escuela de padres que funcione bien, implicar al colectivo de antiguos alumno. Sobre todo, vamos a trabajar mucho en el tema de la implicación de la familia en el centro. El tema de voluntariado ya lo estamos moviendo, tanto para alumnos como para padres. Y la verdad es que un montón de novedades en las que el equipo directivo estaremos trabajando a lo largo del mes de julio.

— Una de esas novedades es el anuncio de la recuperación de los Seises danzantes, que está muy vinculado a vuestro Colegio.

Estamos muy ilusionados con este proyecto. Hemos tenido una respuesta de las familias y de los alumnos que no nos esperábamos. Ya han empezado los procesos de selección y es un proyecto que la verdad nos hace mucha ilusión.

Paqui Pallarés