Fecha de publicación: 22 de enero de 2024

Con el Director del Secretariado de Liturgia de la CEE, D. Ramón Navarro.

En la jornada permanente del clero, con D. Ramón Navarro -izq-.

El clero diocesano continúa su formación permanente del clero en los distintos documentos del Concilio Vaticano II. En su jornada formativa celebrada hoy lunes, 22 de enero, los sacerdotes diocesanos han profundizado en la importancia de la liturgia en las celebraciones y el sentido de celebrar y vivir esta liturgia “en el aquí y ahora, con fidelidad a la Iglesia”, ha indicado el arzobispo Mons. José María Gil Tamayo, durante sus palabras de bienvenida.

En este día de formación permanente, organizado por la Vicaría del clero, se ha contado con la participación del Director del Secretariado de Liturgia de la Conferencia Episcopal Española, D. Ramón Navarro, procedente de la Diócesis de Cartagena.

En su intervención, ha anticipado la importancia de releer la Constitución sobre la Sagrada Liturgia “Sacrosanctum Concilium” del Concilio Vaticano II, como preparación para el Jubileo 2025, así como la lectura de la reciente Carta apostólica “Desiderio desideravi”. El camino hacia la constitución conciliar, en su fase anterior y preparatoria al Concilio Vaticano II, y la naturaleza teológica de la liturgia son algunos de los aspectos en los que se ha detenido D. Ramón Navarro durante su intervención.

“CELEBRAR Y VIVIR LA LITURGIA”

Por su parte, en sus palabras de bienvenida, Mons. Gil Tamayo ha subrayado el bien que supone para la formación del clero estos encuentros al mes: “Son encuentros beneficiosos y todos tenemos necesidad de formarnos”.

Mons. Gil Tamayo también ha invitado a leer el último documento sobre la liturgia -“Desiderio desideravi”-, que es una “lección sobre el sentido de la liturgia, porque nos ayuda a resituarnos en la liturgia en estos momentos”, así como la Constitución “Sacrosanctum Concilium”. “Somos sacerdotes que nos hemos formado en la liturgia del Vaticano II. El Papa Francisco es el primer Papa que se ordenó, en 1969, cuando había terminado el Vaticano II”, apuntó.

“En la liturgia celebramos la fe. No se trata de un fundamentalismo o ritualismo, sino con naturalidad, pero con sentido sacral, que hemos de recuperar. Vivir la liturgia en el aquí y ahora, con fidelidad a la Iglesia. Vivir la liturgia, rezar con la liturgia y, al mismo tiempo, recuperar el sentido de lo sagrado. Que cuidemos las cosas santas”, señaló Mons. Gil Tamayo. “Recuperar con sencillez el sentido de la liturgia; que promovamos el rezo de la oración de la liturgia de las Horas” en los fieles, animó a los asistentes.

Por otra parte, el arzobispo dio la bienvenida a un sacerdote que llega a Granada procedente de Venezuela, donde ha sido rector del seminario de Caracas, para prestar un servicio pastoral a la Archidiócesis. El padre Francisco, que tiene familia en España y fue sacerdote en Tenerife, fue estudiante de la Universidad de San Dámaso, cuando el arzobispo emérito, D. Javier Martínez, era obispo auxiliar de Madrid.

La jornada sacerdotal de formación permanente comenzó con el rezo de la Hora Intermedia.