En este sacramento de la iniciación cristiana, Mons. Martínez explicó a los confirmandos y la asamblea de fieles que les acompañaba que es un regalo que el Señor hace a sus vidas. En sus palabras previas a la unción del Santo Crisma sobre los confirmandos, Mons. Martínez explicó a los jóvenes que el Señor confirma su alianza de amor y que con este Sacramento no son ellos quienes confirman la fe, sino que es el Señor el que derrama su Espíritu. “La Confirmación, igual que los demás sacramentos de la Iglesia, no son cosas que nosotros hacemos por Dios, sino que es la celebración de cosas que Dios hace por nosotros”, explicó. En este sentido, nuestro arzobispo insistió que se confirma la fe que los padrinos expresaron en nombre de cada uno el día del bautismo, pero quien confirma es el Señor. “El Señor confirma una alianza de amor”, que ha hecho con cada uno de nosotros, con cada una de las personas.

“No estáis solos, porque está el Señor con vosotros, y porque somos también una familia muy bonita: la Iglesia”, añadió, al mismo tiempo que invitó a los jóvenes confirmandos a no quedarse nunca solos. “No nos ha hecho el Señor para estar solos, sino para ser una familia, y una familia bonita. Y si surgen dificultades, está el perdón para rehacer la belleza de esa familia que es obra de Dios”.

En la oración de los fieles, se ha rezado por la paz en el mundo, especialmente en Venezuela y Nicaragua donde la situación actual se ha recrudecido. También se ha elevado una oración por nuestro país, por su estabilidad, para que el Señor ponga en el corazón de quienes trabajan en responsabilidades políticas e institucionales sentimientos de paz.

Paqui Pallarés