Fecha de publicación: 22 de diciembre de 2019

Dios se presenta así, en un niño, para ser recibido en nuestros brazos. En la debilidad y en la fragilidad esconde su poder que todo lo crea y transforma. Parece imposible, pero es así: en Jesús, Dios ha sido un niño y en esta condición ha querido revelar la grandeza de su amor, que se manifiesta en la sonrisa y en el tender sus manos hacia todos. El nacimiento de un niño suscita alegría y asombro, porque nos pone ante el gran misterio de la vida. “La Vida se hizo visible” (1Jn 1,2).

Papa Francisco
De la Carta Apostólica Admirabile signum

El Secretariado de Medios de Comunicación Social
del Arzobispado de Granada les desea

¡FELIZ NAVIDAD!