“Contempladlo y quedaréis radiantes, vuestro rostro no se avergonzará”.
Santísimo Cristo de San Agustín, tu rostro manifiesta la belleza de un amor entregado hasta el extremo. Si como dijo Dostoievski “la belleza nos salvará”, aquí está la belleza en estado puro. En medio del sinsentido de tantas cosas, guerras y divisiones… la belleza de tu amor irrumpe conquistando los corazones, para que vuelvan a latir más fuerte. Tu amor saca amor.
Santísimo Cristo de San Agustín, tu tránsito pascual ha vencido al mundo y es un manantial de vida eterna.
Danos tu Espíritu Santo, para vivir de esta belleza que lo “hace todo nuevo”.
Francisco Javier Espigares Flores
Vicario General de la Archidiócesis de Granada
Lunes Santo, 11 de abril de 2022