El nombramiento de coadjutor es una fórmula jurídica del derecho de la Iglesia que dinamiza la vida de las Iglesias particulares y a la que se recurre cuando el obispo titular tiene edad avanzada y está próximo a renunciar.

La archidiócesis de Granada cuenta ya con tres casos de nombramiento de arzobispos coadjutores: D. Emilio Benavent Escuín, D. Fernando Sebastián Aguilar y D. José María Gil Tamayo.

MONS. EMILIO BENAVENT

Nos tenemos que remontar hasta 1968 para encontrarnos con el caso de Emilio Benavent Escuín. Siendo entonces obispo de Málaga, fue anunciado como arzobispo coadjutor del titular Rafael García y García de Castro, con derecho a sucesión.

Antes de su toma de posesión, que se produjo a finales de septiembre, el obispo titular publicaba un decreto por el que concedía a Mons. Benavent “toda la potestad que por derecho nos corresponde; que se le tributen todos los honores que para el arzobispo residencial determina el derecho”, dando facultad para que presidiese todas las ceremonias pontificales en los que el titular no estuviese.

Fueron años de convivencia fraterna en los que D. Emilio, que vivía con su madre fuera de la casa arzobispal, visitaba cada mañana a D. Rafael antes de sentarse en su despacho. D. Emilio afrontó situaciones complejas como el encierro de los sacerdotes obreros en la Curia o la huelga de obreros y su refugio en la Catedral. Dejó Granada en 1977 al ser llamado para el Vicariato General Castrense.

MONS. FERNANDO SEBASTIÁN

El siguiente caso conocido es el de D. Fernando Sebastián, nombrado en el año 1988 para asistir a D. José Méndez Asensio. Se incorporó enseguida al desarrollo Sínodo Diocesano III, que se encontraba en marcha y cuya implicación en ellos fue de suma importancia.

Fue arzobispo coadjutor durante cinco años. En los dos últimos años de su ministerio en Granada se le encargó al mismo tiempo la administración apostólica de Málaga.

En este caso, Mons. Sebastián no fue el sucesor del obispo titular. Finalmente fue nombrado arzobispo de Pamplona y Tudela en 1993, y el titular mantuvo su carácter de obispo residencial hasta tres años más tarde, siendo el 10 de diciembre de 1996 la fecha en la que fue nombrado su sucesor, D.Antonio Cañizares.

MONS. GIL TAMAYO

El último caso de arzobispo coadjutor de la archidiócesis de Granada es el de Mons. José María Gil Tamayo.

Fue elegido el pasado 16 de julio de 2022, “enviado como hermano en la misión compartida de pastorear la querida archidiócesis de Granada”, como dijo él mismo el mismo día de su nombramiento, encomendándose a san Cecilio y a la Virgen de las Angustias.

El próximo 1 de octubre se celebrará la Eucaristía toma de posesión en la S.I. Catedral, concelebrando con el arzobispo titular, D. Javier Martínez, y en presencia de toda la diócesis.

Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social