La Eucaristía ha sido presidida por D. Rubén Ávila Arenas, Párroco de Pitres,.

Las lecturas han sido leídas por personas del pueblo y el Salmo ha sido cantado por el Coro parroquial, que ha contribuido a la solemnidad de esta celebración con sus voces muy afinadas, interpretando todas las canciones con mucha calidad musical e invitando al recogimiento espiritual de todas las personas asistentes.

D. Rubén, empezó su homilía saludando a todos los presentes, y a continuación hizo una reflexión sobre el misterio de la muerte de Jesús en la Cruz, que es la que nos da la vida de la gracia, redimiéndonos del pecado. De la muerte de Jesús sale la vida de la gracia. Rememoró como el Emperador Constantino venció en la batalla que libró contra los bárbaros que amenazaban el Imperio Romano, invocando a la Santa Cruz. Terminó su homilía diciendo: “…Que nuestro Señor Jesucristo, que en su divina pasión, que contemplaremos en la Semana Santa, nos ha dado tantas gracias, que nos permita vivir con grandeza y con alegría los sufrimientos de la vida presente para poder, por fin, alcanzar la gloria del Cielo.”

La iglesia estaba muy concurrida de fieles venidas de diferentes puntos de la geografía española, ya que esta fiesta del Señor de la Expiración, tiene una tradición muy especial y muy antigua en el pueblo de Pitres. Todas las personas nacidas en este bello pueblo de la Alpujarra, estén donde estén, viven con mucha religiosidad este festividad, haciendo todo lo posible por asistir en su pueblo natal a la Sagrada Eucaristía y por la tarde participar en la procesión por las calles principales del pueblo, con la excelsa y majestuosa talla de Jesucristo Crucificado, del escultor Sánchez Mesa, a la que todos adoran con un cariño especial y con mucha devoción.

Antonio Joaquín Mezcua Roelas