Acompañados de los miembros de la Pastoral Familiar, los esposos recibieron su bendición de parte del Arzobispo de Granada, D. Javier Martínez, que habló acerca de la importancia de vivir la familia libre de idolatrías y aprendiendo siempre del amor de Dios.

“No basta cualquier modo de defender la familia. No olvidemos que la familia, siendo lo más bello y lo más grande, y lo primero que se ilumina con la Encarnación del Hijo de Dios, cuando no está iluminada, es al mismo tiempo la idolatría más antigua de la humanidad”, dijo D. Javier. “Hay que aprender a amar y hay que aprender a amar como somos amados por Dios, y eso es un trabajo de toda la vida”.

El Arzobispo reiteró que los sacramentos, empezando por la Eucaristía, son el mejor de los cursillos al matrimonio que existen. Lo contrario a mirar al esposo o esposa como un signo, como un sacramento, es caer en la idolatría. “Cuando pensamos que el otro tiene la obligación de hacerme feliz y le reclamo, estoy idolatrando. Una idolatría de este tipo destruye un matrimonio. Otra forma de idolatría es cuando los padres idolatran a sus hijos, y se creen que ellos tienen que ser no solo padres o madres, sino los salvadores de sus hijos… ¡que no! Lo que quieren es ser dioses para sus hijos”.

UNA FE, UNA CONFIANZA Y UNA PERTENENCIA

Los miembros de la Pastoral Familiar estuvieron presentes durante el acto, empezando por sus responsables, Soledad Serrano y César Sánchez, acompañando a estos matrimonios, varios de ellos integrantes en distintos movimientos familiaristas.

Uno de ellos, Laura y Leonardo, matrimonio argentino que lleva 25 años de casados, nos contaban cómo su vida de oración y su pertenencia al movimiento Hogares Nuevos les ha ido ayudando en su vida familiar. “En estos 25 años hemos tenido momentos de más acercamiento o más alejamiento, pero sin duda el hecho de contar con la fe, nos ha ayudado a salir adelante siempre”, dicen ambos, al tiempo en que nos comparten cómo el retiro con el que empezaron en Hogares Nuevos les ha ayudado en su matrimonio. “Se ponen de manifiesto un montón de cosas que ayudan mucho al día a día del matrimonio, sobre todo, el considerar siempre a Dios como nuestra guía, poniéndolo por encima del resto de valores”.

Otros de los matrimonios presentes fueron Encarni y Pepe que hacían en septiembre sus 50 años de casados y pertenecen al Movimiento Familiar Cristiano. “Sin decir que somos unas personas extremadamente religiosas, siempre hemos estado bajo el cobijo de la Iglesia y de la fe, y las reuniones del movimiento de matrimonios nos ha ayudado bastante”, confiesa Pepe junto a su mujer, al tiempo que aseguran que la confianza en Dios y en el otro es la clave de todo. “Impartimos cursillos prematrimoniales en una época y en lo que más hacíamos hincapié era en la confianza del uno con el otro, en no engañarse jamás, en confiar plenamente en Dios y eso nos ha ido bastante bien a nosotros”.

Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada