Luis Francisco Le Brun nació el 4 de abril de 1744 en Ruán, hijo del tesorero de la parroquia de Saint-Urbland, donde el niño fue bautizado el mismo día de su nacimiento. Educado piadosamente, ingresa a los 18 años en el monasterio benedictino de Saint-Martin de Sées, haciendo la profesión religiosa el 10 de junio de 1763. Pertenecía a la congregación benedictina de San Mauro y a la provincia benedictina de Normandía. Pasaría por varios monasterios. En 1770, siendo diácono, fue enviado al monasterio de Jumiéges, donde al año siguiente se ordenaría presbítero en septiembre.

Pasaría luego por diversas abadías. El capítulo general de 1783 lo nombra prior de Bonne- Nouvelle de Ruán, y en 1788 pasa a Saint-Wandrille. Vinieron luego las leyes de 1790 suprimiendo los votos solemnes. Él declaró que se reservaba la posibilidad de vivir en una casa particular y recibe una pensión trimestral de 225 libras. Cuando se disuelve la vida común en Saint-Wandrille, pasa a Jumiéges, pero viendo el desorden que allí había se instala por su cuenta en Ruán (octubre de 1791).

Cuando llega la ley del juramento de igualdad-libertad (10 de agosto de 1792), él rehusa prestarlo, y al año siguiente se ve en la necesidad de elegir entre prestar el juramento o marchar a la deportación o al exilio. Intenta escapar del dilema pero es recluido el 9 de noviembre de 1793 en Saint-Vivien de Ruán. Intenta evitar la deportación alegando de nuevo que está enfermo, pero no le sirve.

El 21 de marzo de 1794 sale para Rochefort, a donde llega a mediados de abril. Embarcado en Les Deux Associés muere el 20 de agosto de ese año 1794. Luchó entre la vida y la muerte muchos días, mostrando una gran paciencia y resignación.